jueves, 18 de julio de 2019

Toronto, Canadá y Pagenaud


Tenemos el Iowa Corn 300 encima y la NTT IndyCar Series 2019 ha puesto la directa. Antes bien, toca reseñar la undécima prueba del calendario, a siete de que se cierre el campeonato el próximo 22 de septiembre.

El Honda Indy Toronto se celebraba en el circuito Exhibition Place de la ciudad canadiense —¿dónde si no?—, con Simon Pagenaud arrancando desde la pole, posición que, a la postre, le iba a permitir gestionar la carrera con cierto grado de comodidad aunque Scott Dixon estuvo empeñado durante toda la prueba en amargar la fiesta al francés.

La salida fue limpia en la cabeza pero atrás dejó una de las imágenes expectaculares de la jornada. Will Power partía muy retrasado pero ganaba terreno con tanta facilidad que apura demasiado y se lleva puesto a Graham Rahal, quien a su vez toca a Marco Andretti, organizándose una tangana que origina el primer caution y que vieran lesionadas su posibilidades Leist, Hunter-Reay y Ericsson, con el brasileño y el sueco llevándose la peor parte.

La resalida se da en la vuelta cinco y Pagenaud sigue liderando la cita mientras a cola de su vehículo se van dirimiendo las posiciones inmediatamente posteriores que ocupan en esos instantes Dixon, Rosenqvist y Jones. Takuma Sato y Sébastien Bourdais añaden pimienta en su lucha por el séptimo puesto y Colton Herta, después de un inicio prometedor, pierde fuelle definitivamente y cede su ante Pigot y un Andretti que se ha rehecho de la escaramuza de los primeros giros.

Ryan Hunter-Reay, Santino Ferrucci y Graham Rahal adelantaban sus respectivas paradas con la intención de pillar con el pie cambiado a sus rivales, pero les iba a resultar un esfuerzo baldío porque después después del primer paso por el muro ya se intuía que el escenario previsible iba a cambiar muy poco. Y lo mismo iba a suceder con el segundo, alrededor de la vuelta 32. Pagenaud iba cómodo entonces, aunque Dixon se había juramentado en recortar su desventaja...

Los circuitos ruteros tiene como particularidad que el tráfico acaba pasando factura tarde o temprano, incluso en la lucha por los primeros puestos, pero en Toronto, esta peculiaridad de la disciplina norteamericana afectó más a los que iban del tercero para atrás. Simon Pagenaud tenía la carrera en su mano y sólo se la podía disputar el neozelandés Dixon, que venía enchufado no, lo otro, y un Rossi que era más un querer y no poder que otra cosa. Bourdais perdía sus opciones en una estúpida pasada de frenada provocada por la presión de Rosenqvist, y un par de giros más tarde, Sato claudicaba cuando su motor Honda decía hasta aquí hemos llegado.

Así las cosas, mientras Pagenaud y Dixon se las veían tiesas sorteando a los doblados, un irreconocible Will Power cometía un error y acababa contra las protecciones en el último giro. El francés conseguía su tercer triunfo de la temporada y Josef Newgarden retenía el liderato al terminar cuarto.

Quedan seis pruebas por delante y quizás porque la esencia del espectáculo es ésta, en IndyCar aún no está todo dicho.

Os leo.

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