Otros planes

Te pasas la vida esperando milagros y hay momentos en que te desencantas, que incluso a Noé llegó a sucederle. Con Nico Rosberg tuve mi momento de flaqueza a partir de mediados de 2015. Le había defendido antes y volví a hacerlo unos meses después, pero sí, tuve con él mi episodio patológico reflexivo en el que incluso di credibilidad a nuestros gurúes y santones: el alemán no daba para más entonces, pero mira, en 2016 se comió crudo a Hamilton.

Con Valtteri me está sucediendo tres cuartos de los mismo pero llevo aprendida la lección y entreveo que Bottas ya no es necesario para mantener vivo el espectáculo y, en consecuencia, que Toto tiene otros planes para él y 2019 no va  ser su año y pasará a los anales como un finlandés más porque con Mika Hakkinen ya hemos tenido suficiente.

No me olvido de Kimi, aunque si somos legales tenemos que admitir que 2007 supuso una anomalía en el guión del paddock. El de Espoo vale más quintales de lo que dice su título mundial y menos mal que a él se la sopla todo. En todo caso, que es a lo que vamos, después de Hakkinen parece que no hay sitio para un finlandés más. A Keke Rosberg ha habido que dispensarle toneladas de energía y saliva para reivindicarlo, y eso, contando con que todavía hay quien cree que su Mundial 1982 le cayó regalado del cielo. El resto es Mika Salo en sus infinitas versiones: buen piloto pero ¡ya!

Me duele especialmente Heikki Kovalainen. Prometedora revelación en la Renault de 2007 que fue aniquilado en la McLaren de 2008 y 2009 para mayor gloria de Lewis Hamilton...

En fin, Valtteri encaja en este prototipo de finladés bueno para hacer de segundón y me temo que de ahí no lo saca Wolff. El Bottas del inicio de esta temporada y el que estamos viendo en verano es como las dos caras de una moneda, pertenecen a un mismo volumen pero son radicalmente distintas, y lo único que se me ocurre es lo que he dicho hace unas líneas: Brackley tiene otros planes para él. Ha servido lealmente a la causa y seguramente será despedido este año o el siguiente con una palmadita en la espalda y un gracias grabado en la frente.

Os leo.