viernes, 13 de abril de 2018

Las palabras y el viento


Pues al final parece que va a ser que no, al menos de momento. Kubica ha ido retirado de sus quehaceres durante los viernes de Gran Premio, supongo que con la intención de que Stroll y Sirotkin hagan kilómetros, ya que no los imagino desarrollando el FW41, al menos no al nivel que podría hacerlo el polaco.

En fin, si la situación de Williams no hay por dónde cogerla, las recientes declaraciones de Claire aludiendo a tres problemas graves que afectan al proyecto de este año de los que prefería no hablar (sic), no hacen sino sembrar más dudas sobre el tejado de Grove. Y que tampoco nos extrañe lo de Lowe en relación al de Cracovia, porque en el fondo es consecuencia de lo anterior.

Para 2019 Martini se va y hay que buscar patrocinador principal a la voz de ya, lo que nos pone en que la comodidad se ha volatilizado y el cronómetro de la prisa se ha puesto a funcionar. Obviamente, la pareja del año sobre un pedrusco de monoplaza, tal y como están las cosas, no auguraba nada bueno, de forma que tocaba optimizar recursos y Paddy se ha puesto a ello porque la situación se ha vuelto urgente en un abrir y cerrar de ojos.

Intuyo que éste sería un buen momento para recomendar que buscaran una cueva acogedora a todos aquellos que propusieron un idílico paisaje tras la inyección de dinero de don Lawrence Stroll y la posterior entrada del ex de Brackley. Desgraciadamente, la Fórmula 1 tiende a mostrarse excesivamente cruel e intransigente con aquellos que encadenan más de dos errores consecutivos, y Williams los ha cometido.

Depender de pilotos que ponen pasta será todo lo tradicional que queráis, pero no funciona en la actualidad, y a la vista está el rosario de pagadores en la parrilla que no han hecho otra cosa que ayudar a prolongar la agonía de sus equipos. (Re) contratar a Felipe Massa para 2017 no se le habría ocurrido ni al que asó la manteca, pero se hizo, teóricamente por satisfacer a un patrocinador que ahora ha decidido pirarse, con lo cuál, la cosa duele incluso más...

No me extiendo. En nuestro deporte se ha vuelto demasiado habitual dar más importancia al valor del negocio que a la actividad misma, y aquí tenemos a la de Grove, con tres pilotos que pagan por sus asientos pero sin expectativas de hacer nada en el campeonato. Hoy mismo: Lance último en las dos sesiones de entrenamientos y Sergey bailando entre el 15º y 16º puestos, acumulando kilómetros como buenamente pueden porque el FW41 adolece de ser hijo y heredero de un FW40 que se sacrificó inútilmente por mantener intacta la cuenta de resultados.

Y Robert a currar en desarrollarlo en el simulador. El polaco también ha pagado por su plaza y hasta se barajó la posibilidad de que supliera a Sirotkin —Stroll sigue siendo intocable—, pero ya sabéis: las palabras se las lleva el viento, y con más razón cuando amenaza gota fría sobre Williams.

Os leo.

1 comentario:

enrique dijo...

Ya lo dije cuando se oficializo el fichaje del ruso. La pérdida de prestigio es mayor que la pérdida económica. Quien siembra vientos...