martes, 19 de septiembre de 2017

Experiencias religiosas


Quizá sean los años vividos, no voy a decir que no, o aquello del más sabe el diablo por viejo que por diablo que decía mi abuela, pero me escama que hayamos estrenado este año un reglamento revolucionario de la muerte y la actualidad informativa de septiembre pase por hablar de lo que sucederá en la Fórmula 1 cuando todos seamos calvos.

2020, 2021, quedan lo suficiente lejos como para pensar que no interesa mencionar el presente, no sea que nos demos de bruces con una realidad tan irrelevante que no justifica ni el cambio de normativa, ni los neumáticos más anchos, ni los coches más agresivos, ni por supuesto, los ríos de tinta que se han vertido intentando convencernos de que las cosas iban a cambiar radicalmente.

La etapa híbrida es una gigantesca trampa para osos y se demuestra a cada temporada que pasa [La F1 ha cambiado, pero puede que no tanto]. No se puede con ella, mucho menos con Whiting velando porque siga imperando el catecismo de Bernie.

En fin, anteayer pudimos asistir a la enésima del Director de Carrera...

Tenemos nuevas normas para salidas en condiciones de mojado [Se establecen nuevas reglas para las carreras de Fórmula 1 bajo lluvia] y Marina Bay suponía el escenario ideal para aplicarlas, pero Lewis partía demasiado atrás. Aquí creo que coincidimos todos, incluso el de Tewin, quien con previsora antelación entiende (sic) que lloviendo tiene una oportunidad de oro en Singapur [Cuando ha empezado a llover, sabía que podía ganar]. ¿Y el protocolo de salida con Safety Car?

A Lewis hay que quererlo por hablar con Dios, por fingir hacerse selfies en el retrete, por sus snapchats bochornosos, por su cuestionable gusto al vestir, por oír la voz de Ayrton en su cabecita loca y por supuesto, por sus deslices verbales.

No le hace puñetera falta todo este mundo de tonterías porque es lo suficientemente bueno sobre el asfalto como para que todo esto sobre. Pero es consciente de que si no coge el cayado y señala al cielo, la gente puede comenzar a hacerse preguntas como, por ejemplo: si el sábado el inglés llega a calzarse la septuagésima pole de su carrera, ¿el domingo habrían prevalecido las razones de seguridad y la parrilla habría arrancado detrás del coche de Maylander hasta que secase la pista?

Ahí lo dejo. Os leo.

5 comentarios:

enrique dijo...

Para mi son indisociables. Los morancos, martes y 13, cruz y raya... Lewis & Charlie inc.

Keskus dijo...

Enésima cacicada de Charlie, quizá ve que su etapa llega a su fin y quiere dejar huella.
Aparte, creo que Vettel merece una sanción por el accidente de la salida, pero ojo, otra reprimenda y ya perdería 3 puntos del carnet, lo que le supondría llegar al límite y perderse una carrera si mal no recuerdo, lo cual también quitaría (aún más) espectáculo al campeonato.
Las gallinas que entran por las que salen.
Saludos

enrique dijo...

Josete, habría que hablar dl fin de semana que ha tenido "tu Felipe". Nefasto a más no poder. Lo que le hace a Stoffel y sobretodo a Magnusen es para tenerlo un gran premio sin correr.

chema dijo...

El asfalto de Marina Bay drenaba bien y parecía razonable, por fin, una salida en mojado. No creo Lewis fuese beneficiado mas que por la fortuna.

Anónimo dijo...

No hay problema en arrancer de parado en lluvia.
Los incidentes fueron provocados por vettel y sus traumas infantiles. La partida de bolos no fue por el agua o por la humedad en la pista. Fue la falta de un cerebro funcional en la cabeza de un aleman que... sin RedBull pierde mucho.

Así que estoy de acuerdo con arrancar de parado con lluvia y que los imberbes aprendan a hacerlo.