sábado, 2 de septiembre de 2017

¡Elemental, Watson!


Reconozco mi más absoluta ignorancia al respecto de cómo elige Liberty el orden de los problemas a resolver, con lo cual, comprenderéis, me he quedado un poco pilladete cuando he leído que Ross Brawn, en vez de mojarse en el asunto de la mezcla de aceite se ha marcado como prioridad acabar con las sanciones en parrilla por sustitución de material.

Ya con dos cafés en el cuerpo me he recostado con mi pipa en una de las sillas reclinables del patio, y mientras disfrutaba de las primeras nubes del día acariciando el cielo, he pensado a lo Sherlock Holmes: Mi querido Watson, ¿no será que en vez de elegir el menos espinoso de dos asuntos en apariencia diferentes, Brawn está tratando el mismo problema pero evitando llamar tramposo a nadie?

No es descabellado. La ventaja de Brackley con el tema del aceite ofrece dos vertientes: por un lado la superioridad meca´nica que gozará de aquí a Abu Dhabi, por otro, que todos sus rivales, incluida Maranello, tendrían que pasar tarde o temprano el mal trago de sacrificar puestos en alguna carrera, porque la legendaria fiabilidad de la anglo-germana ha dejado muy claro que para seguirla es necesario pagar mucho a cambio.

Bien, la FIA ya había tratado (a su manera) de paliar estos previsibles destrozos consintiendo a Ferrari el retoque de alguna de sus piezas fundamentales con la intención de hacerlas más fiables, pero Mercedes AMG no había movido ficha entonces, lo que abre de par en par la posibilidad de que la gente de Wollf se saltara el pacto de canallitas firmado con la italiana a cuenta del aceite, respondiendo con ello al trato de favor que había disfrutado esta última.

En fin, sea como fuere, el escenario a la vuelta de vacaciones nos ha puesto en que hay dos equipos con evidente ventaja ante lo que queda de temporada (uno más que otro, evidentemente), y otros ocho que van a tener que dejarse pasar por la piedra sí o sí. 

Pero han ocurrido cosas en las últimas horas, que diría don Mariano. Una de ellas es que Ferrari ha bajado el tono contra Mercedes AMG, y ayer mismo, por la tarde, se reunían en el motorhome de McLaren representantes de Renault y el propio Ross. 

No quiero llevar la contraria a nadie. Obispos tiene la cosa y si dicen que la reunión de marras tenía que ver con el empadronamiento de Woking en Sakura o en Viry-Châtillon, la verdad es que carezco de razones para enmendarles la plana. Otra cosa es que esta tarde está prevista la llegada a Monza de Masashi Yamamoto, jefazo de Honda, y me extraña un poco que para pasar el mal trago de un divorcio el que tenga que desplazarse sea él, con el agravante de verse, además, obligado por las circunstancias a disfrutar de una carrera que se prevé proterba para los MCL32 propulsados por la nipona —suena a tortura china, ¡no jodamos!

Bueno, en realidad me he vuelto con el tiempo un descreído de tomo y lomo, así que no me lo tengáis muy en cuenta.

Lo que sí tengo claro de todo esto es que si a partir de Singapur se eliminan las penalizaciones en parrilla, Brackley va a perder casi toda la ventaja aceitera que tiene en la actualidad, el campeonato seguirá vivo porque Vettel no se verá obligado a sacrificar puestos en ninguna de las pruebas restantes, y la alegría riojana afectará incluso a las fábricas más necesitadas de este tipo de alicientes: Renault y Honda (léase también Red Bull y McLaren)...

Algo me dice, Watson, que podemos ir no muy descaminados.

Os leo.

7 comentarios:

enrique dijo...

Sea lo que sea, me parece un parche, y más afrontando el último tramo de la temporada. La solución ya la tenían. Que cumplan con lo que esta escrito, ni más ni menos. Llamadme antiguo, pero no me gusta que cambien las reglas a mitad del partido.

enrique dijo...

Por cierto, menudo espectáculo tan grotesco lo de los neumáticos de lluvia. Podríamos tener una clasificación distinta, de gente que se la juega, de manos... Y estamos esperando a que salga el sol. Bravo Pirelli!!!!!!

Anónimo dijo...

¡No va dopado ese Mercedes!



King Crimson

Tadeo dijo...

Sinceramente, si yo fuera eñ director de Ferrsri, mañana salian con 1.2 de aceite.

Y si tienen narices, que me sancionen

Saludos

pocascanas dijo...

Pregunta: quitar las sanciones en parrilla no equivaldría a permitir ilimitada cantidad de componentes motrices?
Se podría cambiar todo el conjunto en cada carrera sin penalizar.

Elín Fernández dijo...

Increíble que a partir de Singapur se pueda eliminar las estúpidas sanciones de parrilla pero una vez más, como en 2013, cambiar las reglas de juego a mitad de temporada supone que beneficia al mismo que benefició en cuanto a pilotos. ¡Coño! Qué suerte tiene el teuton... requete coñazos!!!

cherif dijo...

Y la solución no sería limitar las sanciones a un número máximo? Por ejemplo 5... Así los cambios de motor no serían gratuitos del todo pero no entraríamos en absurdos de penalizaciones de 65 puestos...