jueves, 3 de octubre de 2013

Ni una gota más


Años ha, cuando la FOTA, esa cosa que sirve para presionar un poco, hizo que lanzaba un órdago a la FIA y a Bernie Ecclestone, juré por mis muertos que era un farol de lo malos y acerté de pleno, porque en la vida marcas la línea que nadie puede sobrepasar, o estás jugando a ser matón cuando eres un vulgar robabocadillos de patio.

La FOTA, repito, esa cosa que sirve de excusa a los tejemanejes de la FIA y el anciano de los cogieron, hace siglos que se ha devaluado precisamente por gastarse en fingir guerras inútiles en las cuales siempre ha contemplado la posibilidad de rendirse porque mal que queramos verlo, forma parte del tinglado y es parte alícuota de lo que en él se cuece.

Hace quien dice nada, se ha postulado a priori en contra de esa previsión para años venideros que ha propuesto un Pacto de la Concordia redivivo que al parecer aún no está suscrito, y que vislumbra como futurible que además de una centralita única, un proveedor único de neumáticos y un reglamento que calibra incluso el caudal del aliento de los ingenieros, el combustible y los aceites lubricantes los suministre una marca concreta. Mal por la institución que ha promovido y sancionado una idea tan estúpida y mal por la bruja de Blancanieves, pero peor para un sindicato de comerciantes al que lo que mejor que se le ocurre es hacer que planta cara al actual estado de cosas cuando todos sabemos que acabará tragando con él más pronto que tarde.

La deriva que está tomando la Fórmula 1 resulta cada vez más y más grotesca. Como exponente de la máxima expresión del automovilismo deportivo hace tiempo que significa poco, y como esperanza…

La publicidad es parte ineludible de la Fórmula 1 desde que el gran Colin Chapman decidió buscar las alubias para su escudería vistiendo sus coches de cajetillas de tabaco, pasado el ecuador de los sesenta del siglo anterior. Desde aquella época hasta esta han transcurrido más de 45 años de ver todo tipo de iconografía mercantil sobre las carrocerías de los monoplazas, entendiendo en ello una forma legítima de que los equipos llegasen a fin de mes y cubriesen parcialmente sus presupuestos.

Pues bien, en pleno huracán económico, con circuitos medio vacíos y muchas escuderías pasándolas canutas en cuanto a saldo y posibilidades, con el espinoso asunto de los pilotos de pago como telón de fondo, alguien, arriba, ha tenido la feliz ocurrencia de dar carpetazo a la participación de patrocinadores del impacto de Shell, Petronas o Mobil1, o menores como PDVSA o Cepsa, para que seguramente sea la francesa Total la encargada de esa provisión única que pretende, dicen en las alturas, que no exista posibilidad de que una escudería obtenga ventaja sobre sus rivales.

Con el espectáculo ofrecido por Pirelli este año y los 2,5 segundos que metía en Singapur el RB9 de Sebastian Vettel a sus competidores inmediatos, a uno, a mí concretamente, le entra la risa con todo este asunto, y no por lo cachondo de la propuesta, sino porque seguramente quien ha parido tamaño despropósito ya tiene una solución a la medida de esa FOTA que es capaz de venderse por un miserable plato de lentejas, eso sí, a regañadientes, of course!, mientras renunciando a los pilares de sus orígenes y su capacidad de autofinanciarse, sigue poniéndose en las manos de quien nos está llevando a vivir de una fábula gestada hace décadas, proponiendo una máxima categoría a la que sólo le falta la apostilla de «cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia».

A lo mejor incluso se piensa en que los equipos recurran a un crowdfunding para cubrir las temporadas, pero no me neguéis que todo esto es como para ponerse a orinar y no echar gota.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola José...
Ya puestos, le pasamos a Bernie & friends la pasta que nos pidan... Y que se jueguen el mundial al póker. Así por lo menos habrá más transparencia...

Ah que con esta panda de tahures...

Un saludo.

Toni Baños.

GRING dijo...

¿Total?. ¿No ye esa la marca que llevan los motores Infiniti?.

Aficionando dijo...

Gring, tenemos en común la asturianidad -en mi caso, de adpción-. )

GRING dijo...

Aficionando: Todo lo malo se pega,guajín :) ¿Por trabajo o por problemas de corazón son las razones de tu adopción?.