lunes, 23 de septiembre de 2024

Algo que nos hemos ahorrado


Fortuna fue que don Bernardo el inglés largara más extenso que al pie, desvelando en su desparpajo que, en sabiendo lo que se había cocido aquella noche de dos mil ocho, prefirieron él y don Maximiliano cerrarla en falso, callar como vulgares rameras dando por bueno el resultado, y facultar así que don Luís I de Inglaterra consiguiera allí su primera corona, de las innumerables que ha acumulado, una vez el destino selló el azar en Interlagos bajo siete cerrojos.

Herido en su amor propio y clamando desagravio inmediato o, acaso, unas perrillas que calmaran su dolor, don Felipe Massa, El Mío por no ser de otros ni entonces ni ahora, viole al asunto las vueltas que no quisieron darle los aludidos en el primer párrafo y presentole a la Justicia recta reclamación, armada y preciosamente argumentada con letras capitulares, delicada caligrafía y diferentes lazos decorativos hábilmente trazados con pluma, pues a tal fin contaba con la colaboración de contrastados hombres de pleitos y la promesa de don Bernardo de testificar al suyo favor...

Nada conocemos de cómo fluye en la actualidad este grave asunto, que siendo en sí una pena es cosa de agradecer por otra parte, pues habiendo quien, sabido de sus entresijos, ha decidido bajar el tono y la forma en tanto se disputaba la cita de Singapur sin aludir ni en un desliz a don Fernando Alonso ni a don Flavio Briatore, la paz ha reinado entre nosotros este último fin de semana.

La disputa —¡vaya, no era tan virgen!— ha discurrido este año más calma que otras veces. 

Se ha atenuado el ruido tan abundante otras ocasiones y sólo algunos mendaces han insistido en referir el suceso, aunque cabe confirmar que ha sido con la boca pequeña o, acaso, de coladillo o entre líneas, no vaya a ser que la Justicia con mayúsculas acabe dando la razón a don Felipe, El Mío porque en aquel aquél no había nadie que lo arropara, y ellos acaben con el trasero y las partes pudendas al aire.

Bien está lo que bien acaba, o eso dicen. Os leo.

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