miércoles, 4 de mayo de 2022

Más show, menos carreras


Tal vez si llamamos «relleno» a la Silly Season nos entre mejor en la cabeza el papelón que protagoniza un alto porcentaje de nuestra llamada gente seria, bien aventando chismes, bulos, chascarrillos y alcahueterías varias, o simplemente inventando chorradas.

Convertir la Fórmula 1 en una corrala ha sido un trabajo arduo y no cabe desmerecer el esfuerzo invertido. En inicio, la cosa era tan complicada que sólo podían (debían) hablar los expertos en la materia o los que gozaban de fuentes fiables, solventes, fidedignas, ¡glups!, pero resultaba imprescindible que acertaran, y no, fallaban como escopetas de feria, como el vulgo, básicamente debido a que el hermetismo de nuestro negocio se ha convertido en la undécima plaga de Egipto.

A Liberty le viene de maravilla este encuadre, y a los equipos también; a los que nos viene fatal es a nosotros, pues cada vez consumimos mierda de peor calidad... ¿Qué más da, no?

El Gran Premio de Miami está suponiendo un bonito ejercicio de funanbulismo periodístico, que es a lo que vamos. 

Desde arriba se ha marcado la dirección a tomar: alabar el esfuerzo de la organización y lo bonito que resulta todo, y a falta de alpiste con proteína buena no estamos dejando títere con cabeza y sustantivamos el desembarco en USA como si Austin no existiera, la especulación que sufre la cita —siempre resulta edificante observar por el agujero de la cerradura cómo disfrutan los que pueden permitírselo—, el marco incomparable que ofrece la urbe costera de Florida o la repercusión que tiene el evento en la prensa y medios norteamericanos...

Y como esto no deja de ser «deporte», o, al menos, debe continuar pareciéndolo, nuestros insignes serios inciden en críticas de calado, como la valoración de la supuesta tomadura de pelo que supone la bendita poza de los yates, que ahora incluso carece de agua —Shame, shame, shame!—. Y como aglutinante, la Silly Season abriéndose paso en la quinta prueba del calendario, ¡ahí, con dos avellanitas y un palo!

Nos faltan un Jorge Javier como maestro de ceremonias y un youtuber que nos grite a cámara: ¡Aquí se viene lloradito de casa. Aquí se rellena con cojones!, pero todo se andará, es sólo cuestión de tiempo.

Os leo.

3 comentarios:

Cao Wen Toh dijo...

Lobato hace un "Jorge Javier Pedrerol Motos" de manual. Por ahí no le veo la merma (a él sí).

Anónimo dijo...

Al hilo del JorgeJavier de DAZN, su forofismo está provocando que me empiece a cansar de Carlos Sainz, y fíjate que soy admirador desde el padre y lo considero un pilotazo etc.
No hablo de no apoyar a Carlos, al contrario me parece que es lo correcto, pero como siempre tiene que ser de una manera sectaria y forofa. Ayer, por ejemplo, le jodieron la vuelta a Alonso sin ningún tipo de duda, (lo estaba viendo en la aplicación), y oye ni mu. Encima PDLR va y comenta que Sainz no estaba en vuelta con lo que no había nada que investigar (!!!), con un par. Yo ya no sé si no se enteran o su forofismo les impide hacer un comentario objetivo.
Pues eso, como lo de Miami, se hace un ranking de buenos y malos, de lo que hay que alabar y de lo que hay que vilipendiar, y no nos salimos del guión ni una coma, aunque en la realidad ocurra otra cosa, por ejemplo los tortazos de Sainz y Ocón (más de 50Gs) y la broma de que no se proteja a los pilotos en esa curva, o que el asfalto sea una basura y sólo permita una trayectoria etc. que hartazgo...

DeLorean dijo...

Agua que no es agua. TecPro que no es TecPro, asfalto que no es asfalto y, siendo los EEUU, comida que no es comida (eso sí, el mejor recuerdo de viaje en mi infancia se lo lleva Orlando). Lo único auténtico es lo de siempre: la pole de nuestro Charles. ;)