domingo, 14 de octubre de 2018

Conciencia tranquila


Coged aire y respirad hondo porque todavía no ha empezado lo mejor. Encarrilamos Austin y los perros ladran enloquecidos dando lecciones de apasionamiento, impartiendo cátedra sobre lo que debe ser un buen aficionado a este deporte en el que no cabían las formas futboleras hasta que ellos las trajeron...

Sembrada la cizaña esto no hay quien lo pare. Friqui come a friqui

El viejo aserto del fandom se ha hecho patente gracias a la noble contribución de aquellos que por ganar un puñado de seguidores en redes sociales pringaron de mierda a un piloto y su afición y ahora empiezan a sufrir las consecuencias en propias carnes. A ellos tampoco les conoce nadie ahora, ergo para la masa idiota son tan formuleros como los que no entendían nada antes. El karma, la ira de Dios, las enciclopedias vivientes y los equidistantes gritando ¡mamita, por qué me hacen esto si no me lo merezco! Ni los gurúes se van a salvar de esta vorágine en la que nadie reconoce a nadie porque abusar de la goma de borrar siempre acarrea feas consecuencias.

Nos dirigimos al COTA pero da la sensación de que no hace falta. A Vettel lo fríen a boinazos por todas partes. Hamilton camina sobre las aguas en pos de su quinto entorchado y se parece a Fangio... Ni siquiera Senna vale como referente. De Prost mejor ni hablamos porque no se sabe ni quién es ese tipo bajito y narigón que a ver qué méritos hizo para que Balestre supuestamente le protegiera mucho más que Whiting al de Tewin.

Queda un 20% de campeonato pero la liga ya la ha ganado el británico y los hooligans han salido de sus cuevas a golpearse el pecho como hacen los gorilas que reclaman un territorio. ¿Para qué escribir entonces si sólo cuentan los datos y tener razón en el desayuno, el almuerzo y la cena? ¿Para qué hablar de Fórmula 1 si los números ya nos la han dado? ¿Por qué cansarnos...?

Os leo.

1 comentario:

Antonio L. dijo...

Nos has lanzado tres preguntas.......

"¿Para qué escribir entonces si sólo cuentan los datos y tener razón en el desayuno, el almuerzo y la cena?".

Creo que debemos escribir para que los datos no sean el dogma de fé que tratan de imponernos a los aficionados los gurús que tanto abundan por estos lares. Si así fuera que sería de todos aquellos Racer que en un momento dado y en una situación concreta nos han hecho amar la F1 y que nunca han conseguido un campeonato, victoria o podio, serían como lágrimas olvidadas en la lluvia y nadie les recordaría. Lo datos son solo eso datos, pero las personas que los consiguen todos tienen una historia que contarnos y esa historia de como han conseguido esos hitos es la que les engrandecen o empequeñecen.

"¿Para qué hablar de Fórmula 1 si los números ya nos la han dado?".

Debemos hablar porque si nos callan estamos perdidos, debemos expresar lo que sentimos y pensamos de todo lo que rodea a este mundo en el que como unos tontos delante del televisor (yo el primero) estamos deseando ver la épica subyacente en esa salida fulgurante, ese adelantamiento temerario, esa rotura de motor, choque u orden de equipo que tanto nos gusta ver. Los números son el 0,1,2,3,4,5,6,7,8,9 en sus infinitas combinaciones, yo no quiero ser un contador de números.

"¿Por qué cansarnos?.

Porque si nos cansáramos de leer sobre este mundo de gasolina y héroes de asfalto o de escribir lo que pensamos sobre ello, perderíamos nuestra voz y solo seríamos ñues en pos de que un león nos coma........

Un saludo al Capitán de nuestro blog.

Un alonsista.