jueves, 18 de octubre de 2018

Alta velocidad


De pronto Kimi ha desaparecido y vuelve a ser el tipo neutro de antes de Monza...

Alta velocidad es un poema de Javier Krahe que interpretan por separado en el disco Y todo es vanidad la compañera del cantautor madrileño, Annick Bloyard, e Iñaki Gabilondo, y todo esto que ha sucedido alrededor de nuestro protagonista me recuerda precisamente a una de sus estrofas: ¡Chaf, chaf, qué bien / cuánto amor! ¡Aaaah!

Del Gran Premio de Italia nos quedan las prisas por hacer ver que Charles Leclerc era la apuesta de futuro para la rossa. Se recuerda la supuesta traición de Iceman, el malestar de Sebastian, el preámbulo de la tirada de toalla de Ferrari. Perdura una estupenda excusa que entiende todo el mundo y la sensación de que todo ha ido sumamente rápido ya que para Rusia y Japón no había ni rescoldos de aquello, más allá, claro, de lo que ha querido estirar el asunto la prensa.

Kimi cumplía años ayer y hasta que no lo perdamos definitivamente, no sabremos lo que supone su presencia para esta Fórmula 1 que declina en el horizonte como un globo con el tafetán rasgado.

En 2019 corre en Alfa Sauber, se supone que libre de ataduras, tenemos suerte: volveremos a disfrutarlo y quién sabe si habrá tiempo el año que viene para que celebremos juntos sus cuarenta. Los cuarenta del último campeón de La Scuderia, un icono de cómo hay que sobrellevar tanta sandez como abunda en el paddock y fuera de él.

Alta velocidad. Todo va vertiginosamente rápido, pero ¿para qué...?

Os leo.

1 comentario:

ivano dijo...

Jose que ese disco no lo manejo. Mi padre de pequeños nos ponía a Krahe y lo odiabamos. Hasta que crecimos... más sabe el diablo por viejo... un hurra por uno de los últimos racers de verdad de la F1.