martes, 18 de septiembre de 2018

Encaje de bolillos


Ya comenté después del Gran Premio de Mónaco que no me había parecido una gran idea que Brackley hubiese dado instrucciones a Esteban Ocon para que dejase pasar a Lewis Hamilton, a fin y a cuentas, el piloto francés, aun perteneciendo al linaje Mercedes-Benz, trabajaba para la escudería de Silverstone y a ella se debía más que a los intereses puntuales de la patrona

Hacer lo que se hizo con él en mayo me pareció feo y estúpido, porque sin querer se le estaba convirtiendo en un Bottas 2.0 y no hacía ninguna falta...

Y bien, el tiempo ha querido que en estos momentos Ocon se encuentre sin asiento para el año que viene, y si la circunstancia ya es mala (y sintomática también), viene el auténtico promotor de la idea a quejarse de las pocas agallas que tienen los demás equipos a la hora de apostar por un joven valor como el de Évreux.

Toto no me cae muy allá, para qué vamos a andarnos con vainas en este asunto. Es demasiado tendente a ser presa de sus propias trampas, lo que supone, en sí, un hecho merecedor de algún tipo de premio, aunque sea de consolación. Pero el tiempo, también, ha querido que relativamente poco después de que se despachara a gusto contra Fernando Alonso porque el carácter del asturiano no encaja en una escudería puntera y tal y tal, y bla, bla, bla, y cual y pacual, desmereciendo que su calidad como piloto justifique el riesgo de contratarlo, va y, como decía más arriba, critica a los demás por lo que no ha tenido avellanitas de hacer él.

No voy a extenderme porque en realidad no hay demasiadas vueltas que dar a lo que parece una soplapollez como la copa de un pino, tal vez porque en el fondo lo sea. Pero es que existe un agravante en toda esta fenomenología, y es que Ocon es el segundo piloto de la casa Mercedes que se encuentra sin habitación —el otro es Pascal Wehrlein, quien se encontró en la calle después de haber servido lealmente al programa de la estrella de tres puntas—. Y si una circunstancia de este tipo puede ser considerada casualidad, dos son demasiadas casualidades...

Christian Horner lo tiene meridianamente claro: «Si fuera libre, [Esteban] obviamente sería un candidato para Toro Rosso, pero Red Bull no va a invertir en un piloto de Mercedes.»

Y bien, llegados a estas líneas sólo me cabe preguntar en voz alta si no será que lo que falla es la mentalidad racer del bueno de Wolff. Un tipo como Alonso no encaja y tampoco dos pilotos como Ocon y Wehrlein. No sé, a lo peor el que no tiene sitio es el propio Toto. Sería cuestión de mirarlo.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mientras ganen aplastando como lo hacen, Uy! qué difícil es criticarlos... A la mínima, te enseñan la chapa de comisarios.

Preguntarle a Vettel lo de temporadas que llevó ese frigodedo tieso. Y míralo ahora. A Marko, incluso. Que era implacable, pero ganador. Ahora ha quedado para nana del holandés, y sin más juguetes que destrozar.

Sing when you're winning.