martes, 27 de marzo de 2018

Party mode by Honda


Lo de la prensa especialista británica y alemana es de traca. Mira que llevo años por aquí y no recuerdo una temporada en que se haya dado tanta bola a dos escuderías del montón como está ocurriendo en 2018. Ni siquiera en 2009 se dio tanta importancia a Brawn GP, cuyo coche había surgido prácticamente de la nada para vencer con Jenson Button al volante en el Gran Premio de Australia. La actualidad de entonces la marcaban McLaren y Ferrari, como mandaba la liturgia.

También es verdad que las mentirijillas de Lewis Hamilton ante la FIA y la proximidad del Gran Premio de Malasia ayudaron bastante, pero en todo caso, que es a lo que vamos este mediodía, se ve que a los plumillas alemanes y británicos les gusta sacar conejos de la chistera más que a un tonto una tiza, ya que por muchas vueltas que le doy, no veo —aparte del ruido, claro—, qué potencial informativo tienen dos escuderías, de las cuáles, una vio cómo sus monoplazas sucumbían en Albert Park ante la perfidia de una misma pistola neumática, defectuosa, Of course!, y la otra empezaba su caminito en el Mundial al más puro estilo Honda.

Imagino que lo de Haas como equipo B de Ferrari decaerá conforme vayan transcurriendo las carreras y Ricciardo y Bottas estén donde se les presupone que deben estar tanto en clasificación como en carrera, o en cuanto aparezca Force India, por ejemplo. Lo de Toro Rosso es harina de otro costal, me temo.

Entre que herr doktor Marko ha abierto la boca más de la cuenta en pretemporada y prolegómenos de Melbourne, y que a Tanabe san se la tienen guardada y bien guardada en los santuarios de Gran Bretaña y Alemania, hasta que Faenza no saque pecho, tanto Toro Rosso como su fabricante de propulsores van a sufrir una presión mediática que no se la deseo ni a mi peor enemigo. Ríete tú de la que soporta Ferrari, ¡sí, ríete...!

En fin, por suerte para todos el calendario es lo suficiente extenso como para tomarnos las cosas con cierta parsimonia. El chiquitín de Red Bull no es precisamente un equipo al que podamos considerar que romperá a llorar por penalizar en alguna carrera que otra a cuenta de superar los cambios permitidos por reglamento. Así las cosas, desconociendo cuántas unidades de potencia tiene previsto usar Sakura en 2018 y, así mismo, cuántas evoluciones pretende implentar —no, no he leído ni escuchado nada al respecto, se ve que a nadie le han interesado estos matices—,  huelga decir que resulta bastante arriesgado hacer proyecciones a futuro sobre lo visto en Albert Park.

Lo hemos hablado muchas veces, la prioridad en la etapa híbrida es encontrar la fiabilidad antes que las prestaciones puras, y en este sentido, Honda acumula más retraso que sus rivales. Pero ésta era fácil, ya la sabíamos, o lo intuíamos incluso advirtiendo en el SafetyCast de la semana pasada que Gasley o Hartley podían hacer podio en Australia.

Y el caso es que esa posibilidad sigue abierta en cualquiera de las carreras que quedan, con lo que Honda borraría la sonrisa de los negacionistas como le borró Vettel a Hamilton la que mostró el británico en la rueda de prensa del sábado. ¿Os acordáis de que Stroll hizo podio en Azebaiyán? Pues eso mismo.

Os leo.

1 comentario:

Unknown dijo...

José, como antes no me subí al carro triunfal cuando decían que Honda se los comía crudos a todos, ahora tampoco los voy a matar por estar en ésta situación, los sigo defendiendo y creo mucho en ellos, veamos la realidad, a donde pretendían muchos que estuviese en el pasado gran premio de Austtralia con un motor de 2017?(que por otra parte creo que fueron los únicos que llevaban PU del año pasado), acá hay que ver lo atrasado que están y sobre todo cuando traerán la Spec de 2018 o la 5.0 o como la quieran llamar y con cuantos caballos vienen
Siga dibujando con esa maravillosa pluma don José. saludos desde Córdoba, Argentina!