martes, 20 de marzo de 2018

Las campanas en Maranello


Nos acercamos al Gran Premio de Australia a ritmo de crucero y son tantas las cosas sobre las que me habría gustado escribir antes de esta cita, que no sé si me dará tiempo a volcarlas todas en palabras.

Sea como fuere, y aún desconociendo cómo ha calado tanto en el personal la bobada ésa de que se es mejor aficionado amando apasionadamente el deporte sin pringarse en mostrar inclinación alguna por una escudería o un piloto, quiero abrir el mediodía de este martes haciendo la misma pregunta que recupero de cuándo en cuándo: ¿en qué términos consideraríais a alguien que afirme que es mejor que vosotros porque ama apasionadamente a todos los hombres, o todas las mujeres, sin sentir necesidad de decantarse por una persona en concreto?

Sé lo que estáis pensando e imagino lo que podríais llegar a sentir ante este personaje imaginario, Of course!

Salvando algunas elecciones personales que van por estos mismos derroteros y son tan entendibles como respetables, lo cierto es que este tipo de equidistancias ni son la regla general ni mucho menos se pueden catalogar como una aspiración a la que debe sumarse todo pichichi. Lo normal es precisamente lo otro: mostrar afinidades, ser más feliz con éste o con aquél, con ésta o con aquélla, y obviamente, mirar de reojo lo que no nos gusta y jamás habríamos elegido ni borrachos como cubas...

Todo esto va en nuestro paquete de serie como seres humanos, el resto es postureo más o menos consciente, lisa y llana necesidad de socializar más y mejor proponiendo un escenario a tu alrededor impermeable a las perturbaciones de la fuerza, no sea que en un desliz alguien te pille vociferando de alegría por un triunfo, por un adelantamiento, por la doblada de rodilla de un rival, etcétera.

Ya os he comentado alguna vez que veo las carreras a través de Sky Sport, y al hilo espero que comprendáis perfectamente cómo me siento de dichoso cuando los comentaristas rompen la sagrada liturgia de la equidistancia impostada y gritan como poseídos cuando un compatriota, su compatriota, protagoniza una hazaña por pequeña que sea.

Repito que todo esto va en nuestro paquete de serie y que el resto es ir un poco contra natura. En todo caso, líbreme Dios de deciros qué tenéis que hacer con vuestras vidas. Sois libres, incluso para haceros tifosi, que mira si la afición a la italiana es cachonda, que cuando un monoplaza rosso cruza primero la meta el párroco de Maranello hace sonar las campanas de la iglesia.

Luego, para compensar, tenemos a Sergio Machionne y tal, pero ésa es otra historia.

Os leo.

4 comentarios:

enrique dijo...

Siempre me ha resultado curioso que a Lobato se le ha criticado que mostrase sus preferencias por Alonso, y yo pensaba, nos ha jodido!!!. Es que es tan obvio, que me sorprende. Es como si el mundial que ganó selección española en Sudáfrica, Camacho hubiese dicho, "pues si, gol, y que?". Contra natura.

chema dijo...

A Lobato no se le criticaba ir a muerte con Fernando, faltaría mas. Lo que se le criticaba era la forma de hacerlo, faltando al respeto a grandes pilotos. Siguiendo el símil, una cosa es alabar a la selección de tu país y otra hacerlo echando mierda sobre el resto de selecciones.

anonimo dijo...

Los fanatismos tienen sus ventajas y sus desventajas. Cuando tu equipo pierde 8-0 puedes tomar dos tipos de actitudes: 1) "Hemos jugado mal" (pero por supuesto sigues llevando su camiseta) o 2) "Hemos sido mejores, pero no nos cobraron un offside"
A la primera actitud la veo mas analítica, aún siendo tendenciosa. Si tú sabes que yo sé que amas Ferrari, y vuelcas tus loas a "la rossa" pero, aún así, puedes ver lo bueno de los otros equipos y lo malo del propio, pues bienvenido sea.
Ahora: Si tu amada "rossa" pasa por un mal año, de esos que los pilotos no saben ni dónde queda el circuito, el motor rinde apenas como un 404 diesel, y el equipo coloca gomas lisas los días de lluvia torrencial, y aún así piensas que es genial y han salido mal en el mundial por culpa de Pirelli, de Whiting, o de una mancha de aceite que no les permitió hacer una "pole" justamente ese día, pues entonces vas a perder audiencia.

fleichié dijo...

Que Lobato es amigo de Fernando lo sabe todo el mundo .
Que narra a favor de los españoles también....como debe ser , (no esta narrando para Pakistán ) .
Pero lo de que se inventa una realidad alternativa para justificar las derrotas de Alonso , eso da la casualidad que sólo sale de la boca de los antialonsistas .
¿Es mentira lo que sucedió en mclaren en 2007?
¿Es mentira que RedBull jugaba con cartas marcadas y Vettel ganaba con un coche superior?
¿Es mentira que Bernie y la FIA no quisieron rearbitrar Brasil 2012 para no quitarle el mundial al alemán?
Y así un largo etcétera...
Lobato te puede gustar o no gustar , pero es un profesional íntegro y un narrador cojonudo .
Y al que no le guste , que no lo escuche .
Te leo maestro