¿No arrancamos?

Woking dispone de una buena plataforma para este año pero, por diferentes causas, «no se nota». Y bien, este escenario podría llevarnos a tirarnos de los pelos aunque, por suerte para todos, en la británica reina la tranquilidad debido, seguramente, a que los planes se están cumpliendo y lo de menos en estos momentos son los resultados en pista.

Siento dar la murga con esto, pero quitando a Mercedes AMG y Ferrari (ésta quizá no tanto), el resto de la parrilla sigue haciendo pretemporada, es decir, invierte su tiempo ahora en acumular kilómetros, obtener datos y más datos, e ir alcanzando la imprescindible fiabilidad.

Soy consciente de que la lectura oficialista exige rendimiento por encima de otras consideraciones, pero con vuestro permiso diré que esta óptica es vieja, por no decir bastante rancia y pasada de moda; vamos, que no es aplicable al contexto que plantean las modernas unidades de potencia.

Los actuales propulsores son extremadamente delicados porque, a la vez, son tremendamente complejos y no porque no haya Dios que los entienda, sino, más bien, por la enorme extensión de componentes que abarcan. ICE (motor térmico), turbo, MGU-K y MGU-H, centralita, baterías de almacenamiento, amén de todos los sistemas secundarios que hacen que todo ello funcione (electrónica, brake by wire, por ejemplo), hacen que las UP sean maravillosos campos de minas que es necesario tener bajo control antes de aplicar un miserable caballo de potencia más, ya que en caso contrario, un elemento que en el mercado cueste menos de un dólar o una línea de software mal escrita, puede dar al traste con todo el funcionamiento y toda la excelencia prevista, a la manera de un soplo de brisa con un castillo de naipes.

Hombre, por pedir se puede solicitar la luna por Reyes Magos, pero considero que desde 2014 a esta parte ya hemos tenido tiempo suficiente como para entender que las cosas no son como cuando los monoplazas llevaban V8. Comprendo que haya a quien no le encaje un cambio tan radical, aunque es lo que hay, amigas y amigos: primero fiabilidad, luego rendimiento, y después todo lo demás.

Pero volvamos al hilo de esta entrada. McLaren está de pretemporada y por hache o por be no lo notamos... ¡los domingos!

El fin de semana es demasiado largo como para centrarse sólo en la carrera cuendo no estamos hablando de Brackley, Maranello y tal vez Milton Keynes. En él se suele trabajar a destajo tanto en los garajes como en el cuartel general y la fábrica. Estuvo feo que Daniil se llevara puestos a Carlos y Lando en Shanghai, pero, en cierto modo, entra dentro de lo previsible y racional que este tipo de incidentes ocurran en montonera.

Desde luego hay que sacar a nuestros muchachos de ahí para evitar malos tragos y llevarnos alguna alegría a casa, pero el camino es seguir currando en la misma dirección que ha puesto al MCL34 en buena situación en entrenamientos y clasificación. ¿McLaren no arranca? Me temo que desde finales de febrero ya lo ha hecho, otra cosa es que proporcione pocos seguidores en redes sociales o pocas visitas por texto admitir que no se nos ha metido en la cabeza (todavía) que lo primero ahora es la fiabilidad, y que si en Woking hay tranquilidad es porque a pesar de los tropiezos, ellos notan que están consiguien avances en todos los frentes.

Y nada más. Os leo.