Transcurridas las tres primeras carreras de este año y con la cuarta a la vista (Gran Premio de Azerbaiyán), parece buen momento para recalibrar las sensaciones que nos ha ofrecido el inicio de campaña. No obstante, y sabiendo ahora que es más que seguro que Ferrari ha reaccionado adelantando sus planes y trae a Bakú un prometedor paquete de novedades, conviene no perder de vista el contexto en que se mueve la italiana, y también apetece recordar este texto que escribí para MotorPoint a finales del mes pasado. ¿Ha acertado La Scuderia o se está precipitando? Este mismo fin de semana comenzaremos a saberlo.
El Gran Premio de Australia es tradicionalmente tan peculiar que la mayoría de especialistas prefieren esperar al de España (primeros de mayo próximo), antes de asentar sus valoraciones para el resto de la temporada.
Parece obvio decir que todo esto viene derivado del actual modelo de calendario, pero conviene recalcarlo. La reducción de entrenamientos tanto en pretemporada como a lo largo de la misma, así como las limitaciones por normativa del tiempo de uso de los túneles de viento y los sofisticados sistemas de valoración de mecánicas de fluidos (Dinámica Computacional de Fluidos o CFD en sus siglas en inglés: Computational Fluid Dynamics), han dado lugar a un escenario en el que las escuderías utilizan las primeras carreras del Mundial para ir afilando uñas y dientes.
También tiene que ver que la llamada Gira Asiática se disputa muy lejos de los cuarteles generales de los equipos y esta circunstancia limita mucho los tiempos de reacción de cada uno de ellos…
En todo caso, que es a lo que vamos, el primer cuarto de la campaña, en este caso el Gran Premio de Australia y los de Bahrein, China y Azerbaiyán, tiene como característica principal que es usado extensivamente por las escuderías para rodar cuantos más kilómetros mejor mientras se obtienen toneladas de información que resultarán útiles a partir de junio, después del Gran Premio de Mónaco, bien para enmendar los errores detectados o bien para implementar las primeras grandes evoluciones en los respectivos monoplazas.
Lógicamente, los proyectos más fuertes (económica y logísticamente hablando) parten con cierta ventaja. Así las cosas, Ferrari, Red Bull y Mercedes AMG han comenzado a luchar por los títulos de Pilotos y Marcas desde Albert Park mismo, mientras que el resto se concentra en estirar la pretemporada lo máximo posible, con el fin de llegar al verano con una mayor cantidad de opciones a la hora de luchar por los puestos que dejan vacantes las tres que hemos citado antes. La cautela de los especialistas que mencionábamos al principio surge precisamente del dibujo de este escenario.
Para el Gran Premio de España se habrán resuelto la mayor parte de los deberes, o deberían haberse solucionado, y es por ello que descartado el trazado de Melbourne por su idiosincrasia —Albert Park es semiurbano, con asfalto descuidado en algunas zonas, que requiere carga aerodinámica media tirando a alta, exigente con los frenos pero no demasiado rápido, etcétera—, la segunda prueba del Mundial, Bahréin, supone a la postre el inicio real del campeonato ya que Sakhir (Bahrain International Circuit) es un lugar mucho más adecuado para hacer lecturas extrapolables al resto de la sesión.
El circuito bareiní es permanente y su piso resulta homogéneo a lo largo de toda su cuerda. La carga aerodinámica que utilizan los vehículos es de tipo medio, lo que facilita una valoración más realista de las velocidades punta que alcanzan, así como de su comportamiento en curva; no es demasiado exigente con las unidades de potencia pero podremos ver mejor que en Australia en qué rangos operan…
Y sí, a partir de este mismo fin de semana también los aficionados a la Fórmula 1 podremos calibrar mejor dónde está cada uno de los pretendientes al título, sobre todo si lo comparamos con lo visto en Montmeló a finales del mes pasado.
En este sentido, también podremos situar adecuadamente a Ferrari, la estrella de los entrenamientos de Barcelona, que por diferentes circunstancias mordió el polvo en Melbourne ante Mercedes AMG y el Red Bull de Max Verstappen, y ver si Milton Keynes, con su recién estrenada alianza con Honda, está realmente tan arriba o va a necesitar de fallos de sus rivales para volver a acariciar el podio.
Y, por supuesto, en Sakhir también veremos en qué va quedando el reparto de fuerzas entre Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, y si este último es capaz de volver a imponerse al pentacampeón del mundo.
Os leo.
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