martes, 9 de octubre de 2018

I'll See It Through


Daniel queda infinitamente mejor luciendo su amplia sonrisa. El sábado pasado fue muy duro verle atravesando la calle de garajes con dirección a ese lugar donde Sharleen Spiteri busca el cuerpo de Jean Reno y acaba encontrando la mirada fría de herr doktor Marko.

El australiano está apartado de la dinámica de Red Bull. Es normal, se va a Renault el año que viene y Milton Keynes debe cuidar de sus secretos como exige que no haga la francesa con los suyos. ¡Manda cojones! El caso es que aussie junior está más sólo que la una y se le empieza a notar.

Él, que tenía esa liturgia tan salada que incluye un shoey cuando gana, se enfrentaba al corralito con cara larga, de pocos amigos.

Cumplía como ha cumplido siempre, como cuando la maquinaria de crear productos de primera necesidad le impidió coronarse subcampeón del mundo 2014 porque en la austriaca no había órdenes de equipo y se consideró menester que ambos pilotos mantuvieran intactas sus opciones. Vettel no estuvo generoso ahí y no sé por qué estoy escribiendo estas líneas. El karma nos devuelve lo que hemos abonado por adelantado, sea bueno o malo. El universo siempre paga porque necesita el equilibrio, y el de Heppenheim, en realidad, tiene lo que ha buscado con tanto ahínco. A Daniel, en todo caso, le queda esperar a que la fortuna sepa recompensarle.

Ricciardo no es Webber ni Raikkonen. Mató al ídolo casi sin querer, como se ha encontrado Hamilton sus dos últimos campeonatos. Y le pusieron a Verstappen e hizo lo propio: brillar donde el número uno se empañaba solo. Su pecado ha sido ser bueno en todos los sentidos: buena persona, buen piloto, buen compañero. Ha muerto para Red Bull por desear un mejor patrón, por nada más, y aunque resulte estúpido escribirlo: no hay derecho a que nuestra Fórmula 1 lo desperdicie ni una miserable carrera.

Pero quedan cuatro todavía, después será totalmente libre.

Os leo.

4 comentarios:

anonimo dijo...

La F1 ha desperdiciado talentos por décadas. El bueno de Daniel aún tiene muchos años de carreras por delante; esperemos que no se contagie la "fernanditis" y termine yendo a equipos que no lo merecen.
No es fácil saber de antemano cuáles son los equipos que serán competitivos en los próximos años, pero ¿Por qué no Renault? Finalmente podría ser.

lujo dijo...

Fernando Alonso con un Renault discreto pero confiable, ganó dos campeonatos del mundo a pesar del Establishment y Cía. Vencio al mejor Schumacher y Todt Etc.Quien sabe cuándo hay talento hay que darle libertad para demostrarlo, Ausie es joven puede llegar a ser un gran campeón.

José Miguel dijo...

A mi no me sorprende lo que le está ocurriendo, es lo normal en este negocio.

Lo que sí no acabo de comprender (o sí, que lo han vetado) es como ni Ferrari ni Mercedes lo han fichado.

Un saludo,
José Miguel

Anónimo dijo...

No sé si es veto. Quizás no tenga detrás una cervecera multinacional, o multimedios alemanes o ingleses que quieran invertir en él. Todo se trata de dinerito.