Acto de fe

El fin de semana con festividad, las 6 Horas de Fuji y, por qué no decirlo: el cansancio en las filas del respetable, han obrado el milagro de disipar el tormentón que ha estado cayendo sobre Vettel hasta convertirlo a estas horas en ligera llovizna...

El lunes próximo será distinto, no me cabe la menor duda. La prensa acostumbra a mirar siempre a los mismos sitios y de ahí no la sacas. No obstante quiero lanzar esta noche una bengala por si, salvando las distancias entre situaciones y protagonistas, no será que Mercedes-Benz tiene secuestrada la Fórmula 1 desde 2014 a esta parte y por ello Sebastian no puede, Fernando se pira y después de Brackley todo es juego de sillas...

A veces cuesta llamar a las cosas por su nombre, pero basta empezar por agrietar el muro para que, una vez haya caído, detrás de su alargada sombra surja un escenario en el que no tendrían cabida ni tanto frustrado ni tanta víctima colateral.

Son cinco años de extraño dominio, sin contestación, y en el momento de escribir estas líneas no sé si realmente está mereciendo la pena hacer tanto acto de fe ante un improbable, por mucho que Toto Wolff nos advierta que con el cambio del año que viene, a lo mejor tenemos suerte nosotros, porque a fe mía que él ya la tiene.

Ahí lo dejo... Os leo.