jueves, 29 de octubre de 2015

No, tampoco


Ante la previsible aparición de la lluvia en el Gran Premio de México, se ha reabierto el debate —tímidamente, eso sí—, sobre por qué los monoplazas de Fórmula 1 no son capaces de evolucionar sobre la pista bajo determinadas condiciones meteorológicas (adversas, evidentemente), cuando los prototipos del WEC lo hacen sin tantos melindres y en situaciones mucho peores.

Tomar la Resistencia como punto de referencia puede parecer a priori el camino más corto para comparar situaciones entre vehículos aparentemente similares, pero en ningún caso es así.

Hay que matizar mucho y eso es precisamente lo que vamos a hacer esta tarde, recordando lo que escribí hace unos días [Aquaplaning para dummys] y retomando de paso el esquema en el que en 2009 trataba de señalar las diferencias que han acarreado las mejoras en seguridad pasiva de los pilotos, y siempre en términos de pérdida de visibilidad, aspecto al que la FIA da extrema importancia. Huelga decir que también resultaría interesante que os pasárais por la entrada original [Pon un dummy en tu vida].


Bien, una vez asimilado que embutido en el habitáculo, el conductor actual de F1 tiene que bregar con una serie de complicaciones derivadas de su posición en el cockpit (casi tumbada) y que como decía el sábado pasado, el agua sobre el asfalto obliga a modificar el balance, las suspensiones y el rake del vehículo, permitiendo que resulte incluso sencillo perder la parte delantera, pasemos a explicar por qué comparar un coche de los nuestros con uno que corra en Le Mans, por ejemplo, no nos vale en absoluto.

Lo primero de todo pasa por comprender que las diferencias entre un monoplaza F1 y un coche como el Porsche 919 Hybrid, ganador de la última edición de la prueba francesa, son algo más que notables.

Las categorías P1 y P2 rondan los 900 Kg. de peso mínimo, mientras que los trastos que corren el Mundial de Fórmula 1 están en los 702, lo que supone 200 kilogramos de diferencia a favor de los primeros. Además, los prototipos WEC son nominalmente biplazas incluso en sus versiones descubiertas, lo que arroja unas dimensiones más compactas, concretamente de 2 metros de anchura por unos 4,65 de largura —los F1 pueden llegar a superar los 5 metros de largura, no pudiendo sobrepasar el 1,80 de medida transversal—, lo que origina a su vez que la batalla (distancia entre ejes), sea más corta y por tanto, que su comportamiento en pista sea mucho más estable.

Dejando de lado los sistemas de tracción usados en el WEC, que afectan en determinados momentos a las cuatro ruedas en buena parte de los prototipos, el carenado completo de la carrocería, inclusive sin cubierta en el habitáculo, favorece que por superficie expuesta e inclinación, se genere presión sobre el chasis a velocidades medias...

Pero sigamos. Las gomas de una y otra disciplina también son diferentes. En Fórmula 1, los compuestos wet miden 67 centímetros de diámetro y son sensiblemente más anchos detrás que delante, mientras que en el WEC son de 71 de diámetro y tienen practicamente la misma anchura en los dos ejes, lo que nos pone en que los vehículos de Resistencia drenan mejor el agua en la frenada al disponer de ruedas motrices y mayor superficie de contacto con el suelo...

Sumad los limpiaparabrisas en el caso de los vehículos con cúpula, que las luces se encienden en cuanto caen cuatro gotas, que las gomas se apellidan Michelin en vez de Pirelli, y mirad la imagen siguiente:


Los pilotos en Resistencia van situados en posición más adelantada que en Fórmula 1 (los puntos rojos 1 y 2 atienden aproximadamente a la localización de los ojos de los pilotos). Y ven mejor de frente y en periferia, y en consecuencia, conducen más seguro bajo la lluvia que los F1...

Lo decía el sábado: no conviene pedir peras al olmo, ni trazar puentes donde no hay posibilidad de poner pilares. Nuestros coches no están hechos para correr bajo según qué circunstancias, y como llueva en el Hermanos Rodríguez como llovió en Austin, lo mejor que pueden hacer es quedarse en boxes esperando a que escampe.

Espero haberos servido de ayuda. Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que en el diámetro de las ruedas hay una errata: ¿67 cm vs 171 cm?
Por lo demás buen artículo, como siempre. Gracias ;-)

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Ya está arreglado, gracias por avisar ;)

Un abrazote.

Jose

David G. dijo...

Quiero felicitar al anfitrión por estos artículos aclaratorios. Decía un comentarista en el anterior de esta serie que la visión global ayuda a entender el contexto que define la actividad en pista, y me gustaría pedir, si no es mucho abusar, que don José se animara a realizar más textos como este, sencillos y claros, porque muchos redactores escriben como si los lectores entendieran de qué hablan y no es mi caso.

Recuerdo el ejemplo de los colchones explicando el funcionamiento de los neumáticos. Fue un descubrimiento para mí. Y hoy lo mismo, entiendo por fin por qué no se deben comparar disciplinas diferentes. Todo un hallazgo.

Muchas gracias, José.