lunes, 26 de octubre de 2015

¡Grande, Lewis!


Es muy temprano pero toca hablar de Lewis aunque sea brevemente, no porque toque en sentido estricto, que toca, sino porque el británico se ha calzado un merecidísimo tercer título mundial y gracias a Dios, he tenido la oportunidad de narrar el de este año y los dos anteriores (2008 y 2014, respectivamente), desde este mismo sitio. Desde donde escribo practicamente todos los días. Desde Nürbu.

Puede parecer una chorrada como un pino de grande, pero me felicito de haberme equivocado en la previsión que hice el viernes pasado, porque sin duda, la carrera de ayer ha supuesto una hermosa guinda para la brillante temporada del piloto británico.

La posibilidad de utilizar tres tipos de neumáticos distintos por haber comenzado la prueba en condiciones de mojado, dio una vistosidad al Gran Premio de los USA que seguramente no habríamos podido paladear con el formato habitual —a ver si me extiendo esta tarde sobre este punto—. De forma que la cita americana, lejos de convertirse en una carrera previsible, nos permitió disfrutar de una disputa plena de incidentes, de errores y aciertos, de aventuras caras y de fiascos, entre los cuales, uno de los mejores gallos de pelea que tenemos, destacó con luz propia y sobre todos sus rivales.

Contrariamente a lo esperado, Hamilton presentó batalla desde los primeros metros, incluso con inusitada dureza. Parecía una locura jugarse así la comodidad de llegar a Austin liderando holgadamente la tabla de conductores, sin riesgo aparente puesto que Vettel salía desde muy atrás, pero el de Stevenage prefirió no dejar cabos sueltos, atando en corto a Nico Rosberg en cuanto el semáforo dejó de estar en rojo, jugando sus bazas con tremenda inteligencia, quién sabe si rompiendo un pacto previo.

Y me parece sumamente curioso este dato, porque mientras medio mundillo coincide en tildar de sobrevalorado al hijo de Keke, el de Anthony no lo considera así, quizás porque él también sufrió una situación similar hace años y desde luego, porque sabe mejor que nadie de qué es capaz su compañero alemán y de qué pie cojea.

Sea como fuere, a estas horas ya existe abundante material sobre el tercer triunfo absoluto del británico en la máxima categoría del automovilismo deportivo, y en las próximas, aparecerá mucho más, así que por mi parte no os voy a aburrir más.

Es temprano, hay muchas cosas sobre las que hablar antes de que la Fórmula 1 desembarque en tierras aztecas, pero ahora es el tempo de felicitar a Lewis Hamilton, que luego se nos pasa el arroz y nos enredamos.

Os leo.

3 comentarios:

chema dijo...

Enhorabuena al campeón, grande Lewis!!!

Anónimo dijo...

Muy buen piloto....pero persona muy deficiente también. Joder que detalle el de la gorra. Toma segundón....... Era un buen momento para tender la mano a Nico porque el pobre estaba ofuscado por su error. En fin....
Álvaro.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días :)

Chema ;) Grande!! ;)

Álvaro ;) Sí, en el aspecto «fuera de la pista» todavía le hacen falta un par de hervores o tres :P

Un abrazote ;)

Jose