martes, 28 de octubre de 2014

Roberto en el cumpleaños de Nerón


No sé si hemos caído en la cuenta de que en el próximo Gran Premio de los Estados Unidos, concluida la carrera, puntuará en ella algo más de la mitad de la parrilla, el 55% para ser exactos.

La devaluación de nuestro deporte afecta tanto arriba como abajo y quizás sea buen momento hoy, festividad pagana en que Bernie se hace aún más viejo y cicatero, para recordar que el fenómeno inglés está a punto de alcanzar a conseguir la cuadratura del círculo, ya que mientras los récords siguen siendo dinamitados día sí y día también, cada vez queda menos y menos espacio para que todo este sarao resulte medianamente digerible.

Si la cosa matemática ya estaba jodidiña con tan solo 11 escuderías en liza, con 9 ni os cuento.

La pérdida de Marussia y Caterham supone cuatro asientos menos. O lo que es lo mismo, cuatro tipos haciendo de aleros que con sus maletines, sus agallas, cualidades, amigos y patrocinadores, compitiendo desde ya mismo por un habitáculo de los 18 que quedan, con las mismas uñas y dientes, o más largas si cabe, que si hubiera 24 sitios libres.

Esto es bueno para el negocio: a mayor presión de la demanda, el precio del asunto se incrementa, y esto lo saben desde Bernie hasta el Tato. Pero es malo para el deporte porque cualquier mindundis con algo de cartera y un poco de suerte, tal y como están las cosas, puede pasar a la historia de la Fórmula 1 como el tipo que puntuó en tal o cual carrera.

Ecclestone no es alguien que mire lejos. Su modus operandi pasa por exprimir hasta la náusea el presente. Por suerte nos quitamos de encima aquella ocurrencia de las medallas pero nos queda un Abu Dhabi que puntúa doble porque le venía bien a Ferrari (sic), unos récords y títulos que cada vez valen menos, una parrilla literalmente descojonada y una endemoniada burbuja especulativa que tarde o temprano tendrá que saltar hecha pedazos.

Y hoy, jornada en que celebramos a regañadientes que el imprescindible sigue cumpliendo años como si el ocaso no fuese con él, hago mías las palabras de mi amigo Jorge Eduardo y presumo que el británico de cabellos canos acabará quemando el paddock mientras se autocomplace tocando la lira y echando la culpa a los cristianos, como Nerón, a la vez que pilotos como Roberto Nerhi se complican la vida innecesariamente. Eso sí, por el bien del negocio, ya que la calidad hace décadas que se tasa al precio de una mierda.

Os leo.

5 comentarios:

Aficionando dijo...

Pues lo de Marussia es una pena, literalmente. Seguramente perderá su posición en el Mundial de constructores en favor de Sauber, y con ello un montón de millones. Quién sabe si con un golpe de suerte no podrían haber superado incluso a Lotus. Claro que para ello faltaba el factor humano, Bianchi. Una pena, ya digo.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

Pues sí, Héctor. La ausencia de Jules ha supuesto la puntilla para la escuadra de Booth. Una pena porque esta podía haber sido una bonita temporada para ellos :P

Un abrazote

Jose

LAN dijo...

Pues en Austin crece el mosqueo.
Sebastian ha dicho que el sábado se queda en el box, sin disputar la cali, que total, como va a cambiar el motor... El domingo saldrá del pitlane.
Qualifing: 17 coches
Saludos

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes ;)

Lan ;) Por si no lo habías notado, la última entradita iba por ti XDD

Un abrazote y que Dios nos coja confesados :P

Jose

Anónimo dijo...

Imagino que Sauber o Lotus serán los próximos en pedir nicho en este cementerio llamado Fórmula 1. De familia numerosa van a pasar a pareja mal avenida. ;)



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