miércoles, 15 de octubre de 2014

Esperando a Jean-Éric


Si el mercado de asientos —sí, asientos— anda alteradillo en la zona alta de la parrilla, por abajo está que arde, para Carlos Sáinz sin ir más lejos, quien si hace unos días por boca del boss de Toro Rosso, disponía de un 99% de probabilidades de hacerse con el que dejará vacante Daniil Kvyat en su salto a Red Bull, a estas horas tiene que estar pensando en qué demonios ha ocurrido para que Franz Tost se equivocara tanto en sus estimaciones.

Quizás sea que el jefe de la de Faenza pinta menos de lo que pensamos, que ya es decir, porque entre unas cosas y otras, la verdad es que siempre se queda al margen de las cosas importantes que le suceden a su equipo.

En fin, cuando lo de Jaime y Sébastien, por ejemplo, se dijo que la decisión de prescindir de ambos pilotos fue de Helmut Marko y Adrian Newey y en mi infinta ingenuidad, fui de los que rechazó de plano el argumento porque me parecía que Tost tenía que estar en el ajo, siquiera como oyente.

Al fin y al cabo, Alguersuari y Buemi eran sus chicos, trabajan codo con codo con e´l... Él tenía que haberlos defendido o en su caso, haber contribuido a empujarlos con el dedo en el acantilado... Pero no, el tiempo me va quitando la razón si es que alguna vez la tuve, ya que a la luz de los recientes acontecimientos, el austriaco es de esos individuos que ni sienten ni padecen, un perfecto calzonazos, que diría mi abuela. Está ahí, hace que dirige una de las once escuderías que componen en la actualidad El Circo, pero a la hora de la verdad nadie cuenta con Franz porque Tost cobra por no contar —¡a ver si no, cómo puñetas explicamos el papel que interpreta?—.

Y es que Toro Rosso es a día de hoy una perfecta jaula de grillos.

A Max Verstappen le daban plaza en el Red Bull Junior Team y a la vez, un habitáculo en la de Faenza mientras se reafirmaba a Kvyat en su puesto. Jean-Éric Vergne quedaba inevitablemente fuera de los planes para 2015 y aprovechando la ocasión, incluso herr doktor Marko le dedicaba al francés alguna que otra saeta envenenada: «en Red Bull no tenemos un fondo de pensiones.» 

Los acontecimientos se sucedían dentro de un orden, que diría aquél. Franz Tost seguía sin asomar el morro y mientras los avezados guías de lo nuestro alababan el formato trituradora de la academia dirigida por don Helmut, a muchos, entre los que me cuento, se nos empezaba a poner cara de paso de semana santa por lo que le estaba sucediendo a Carlos.

Bien, vale, sí. Max dicen que vale su peso en oro y contar con él en Toro Rosso parecía una inteligentísima idea, incluso para Tost, supongo. Que sí, que no se podía desaprovechar la ocasión y tal, pero Carlos estaba fuera y eso dolió, para que nos entendamos.

Total, que surge lo de Sebastian que se va de Red Bull y a las pocas horas ya sabemos que el recambio es Daniil y ¡tate!, nos frotamos las manos porque vuelve a quedar un asiento en la de Faenza que presuponemos puede ser para el póximo campeón de las World Series by Renault.

Pero no, sale Franz y dice aquello de que el madrileño tenía el 99% de posibilidades de hacerse con el habitáculo libre, vamos, que tenía también un alarmante 1% de no hacerse con él... Y para rematar el funesto escenario, Mateschitz ha dicho como quien dice hace un rato, que no descarta al francés para el año que viene porque Verstappen necesita al lado alguien con experiencia y sinceramente, he comenzado a sufrir de sudores...

Que conste que me alegraré como nadie si el de Pontoise tiene la oportunidad de rodar un año más en Fórmula 1, aunque sea bajo la batuta del inane Franz que sigue haciendo mutis por el foro como si nada le afectase a él o a su escuadra, pero si las cuentas no me fallan, me temo que se está usando a Vergne para apretar las gomas a los candidatos a quitarle un puesto que ya tiene más que perdido y eso, me parece estúpida e innecesariamente feo.

Os leo.

4 comentarios:

GRING dijo...

Yo, que siempre estoy a favor del recambio generacional en la F1, opino que ha habido mucho recambio últimamente y que el movimiento más lógico hubiera sido Vergne como segundo de Ricciardo, Kvyat nº 1 de Toro Rosso y la incorporación de un piloto con más etapas quemadas que Verstappen, madrileño en concreto. La relación de su padre con RedBull tiene que ser muy cercana por participación en equipos Dakar y en VW. Falta por ver si esto juega a favor, si Cepsa puede o quiere hacer algo de presión o si el 1% restante depende de la cartera que pueda acompañar al piloto elegido.
Un saludín.

Isaac dijo...

Yo lo que estoy es en contra de que haya una escudería con 4 coches en pista, cuando a las demás sólo les dejan 2... Los puntos del campeonato los deberían dividir entre los cuatro coches, por lo menos...
Y a partir de ahí, Herr Helmut ya sabemos cómo es, y quien quiera correr con él o esté en la órbita del patrocinio de RB, ya sabe con quién se juega las habichuelas (aunque nos dé rabia).

Anónimo dijo...

Yo lo de Carlos en la órbita Red Bull y su posible futuro lo veo cada vez más oscuro por no decir negro del todo.

Mala casa es esa para tener que depender de ella, viendo quien está al mando de la misma.

Por otra parte, en este mundo de tiburones que es la Fórmula 1, cada día tengo más claro que al mismo tiempo está repleto de calzonazos.


King Crimson

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

Gring ;) Ya hemos comentado en otras ocasiones que esa sería la alineación más lógica, pero entre los rublos de Kvyat y «el supuesto potencial» de Verstappen, me temo que a Carlos junior pueden hacerle puré por mucha buena relación que tenga don carlos con Red Bull. Una completa lástima, sin duda :P

Isaac ;) Esa es otra, pero por lo visto nadie quiere coger el toro por los cuernos y exponerse a que por menos coches en parrilla, caigan algunos contratos y los equipos dejen de cobrar «su parte» :P

Carlos ;) Estoy contigo. Lo veo más negro que el sobaco de un grillo. Y en cuanto a los calzonazos, también, para qué vamos a ocultarlo XDD

Un abrazote

Jose