Hace mucho que no uso el «a mí no me miréis», pero no, no hacedlo, por favor, ahorradme el bochorno de sumarme a la estúpida vorágine que equipara a Sebastian Vettel con Alain Prost porque ambos acumulan igual cantidad de títulos mundiales, además, creo que fue en Nürbu, hace ya mucho tiempo, que se comenzó a hablar de potitos, de campeones de Lego y plastilina, y a falta de otros culpables admito que debí ser yo quien pulsó aquellas teclas.
Sin duda el de Heppenheim resulta más edulcorado que el francés, más dulzón en términos generales. Al fin y al cabo Vettel siempre he procurado ejercer de buen chaval, concepto que lo ha hecho infinitamente más asequible para el aparato digestivo de las nuevas y blanditas huestes de aficionados, pero haceros un favor y leeros la letra pequeña: en Fórmula 1, un tipo que jamás ha ganado una carrera saliendo más allá de la tercera posición de parrilla nunca puede ser comparado con Prost.
Os leo.
3 comentarios:
mas claro imposible.. hay campeones y grandes campeones. fin del tema
Es increible como la tienen con Vettel.
Ya ni compite y siguen escribiendo de el, como les duele que le haya ganado a Alonso.
Anónimo, no seas pueril y ahora escríbelo sin llorar
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