martes, 5 de octubre de 2021

Y finalmente, Herta

Debíamos una a Colton Herta y vamos a saldar la deuda con esta entrada relativa a la última cita del NTT IndyCar Series de 2021.

Al igual que sucedió en la carrera anterior, Grand Prix of Monterey [Sólo queda una], el fin de semana del Grand Prix at Long Beach también estuvo marcado por el uso de las calculadoras, pues los tres únicos litigantes por el título barajaban una amplia panoplia de posibilidades que hizo las delicias de los abonados a los cálculos premonitorios, pero, a la postre, acotaban el asunto a que Álex Palou tenía el mayor porcentaje de posibilidades de vencer en la Serie, que Pato O'Ward precisaba de algunas carambolas, y que Josef Newgarden tenía que vencer en Long Beach sí o sí, mientras fiaba su fortuna a que cualquier desastre o coyuntura desfavorable le quitara de encima a sus dos rivales.

Así las cosas, el de Nashville cumplió a la perfección su primer cometido, clasificando primero con una velocidad de 103'76 millas por hora y partiendo el domingo desde la pole, con Scott Dixon a cola de su vehículo, y con O'Ward situado en la octava posición y Palou en la décima. Colton Herta, vencedor en Monterey, únicamente había logrado el décimo tercer tiempo...

La arrancada fue limpia aunque la alegría duró poco, ya que Ed Jones provocaba el primer caution de la jornada con la formación de una bonita tangana a la entrada de Le Gazomet (la famosa horquilla del trazado californiano), que le acarreó la sanción de un drive-through y a punto estuvo de amargarnos la fiesta en España. Desde la resalida hasta el giro 18, la prueba discurrió dentro de los cauces normales con Newgarden al frente seguido por Dixon. Herta circulaba quinto y Palou octavo, pero en la misma horquilla O'Ward decía adiós a sus aspiraciones tras romper uno de los brazos de transmisión de su Arrow McLaren. La consiguiente amarilla llevó a prácticamente todos los participantes a boxes.

El nuevo relanzamiento sólo trajo consigo un tercer caution, toda vez que Ericcson se estampaba contra los neumáticos de la curva 1. Los que no habían parado lo hiceron esta vez, salvo Graham Rahal y Helio Castroneves, en todo caso, Newgarden pasaba a jugar a la desesperada mientras Colton Herta materializaba una grandísima jugada poniéndose líder en la vuelta 36 y abriendo brecha sin contemplaciones a partir de ese instante.

En el siguiente intervalo no sucedió nada destacable salvo la reincorporación de Patricio O'Ward, quien haciendo gala de un pundonor brutal tanto por su parte como por la de su equipo, volvía a pista para intentar terminar la carrera con nada menos que 35 giros perdidos.

Álex Palou ya era matemáticamente campeón, lo que no restó un ápice de interés a lo que sucedía en cabeza en el inicio del último relevo, ni cuando la prueba se relanzó en la 65 tras el caution provocado por el encontronazo entre Daly y Askew. A Josef Newgarden sólo le quedaba encomendarse a un abandono del piloto español, o, en su caso, a que una incidencia llevara al catalán a concluir la prueba más atrás de la vigésimo tercera plaza, algo totalmente improbable en aquellos momentos. No obstante, el de Penske siguió hostigando a Herta, cómodo en su primer puesto y nada conforme con tener que ceder un milímetro de una cita bien trabajada que a punto estaba de rendirle como tributo su tercera victoria de la temporada.

Y así fue finalmente. Colton Herta triunfaba en Long Beach seguido por Newgarden y Dixon. El ya campeón de la Serie veía la bandera a cuadros desde la cuarta posición, con Simon Pagenaud ocupando la quinta.

Os leo.

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