jueves, 7 de octubre de 2021

Es bonita la jodía

¡Qué rápido pasa el tiempo! Red Bull homenajea a Honda en Istanbul Park con un decoración específica como tributo a su salida de la Fórmula 1, y parece que fue ayer cuando el paddock recibió a la japonesa navaja en mano y con bates de béisbol.

Corría el mes de mayo de 2013 cuando Martin Whitmarsh anunció el enlace de Woking con la de Sakura a partir de 2015 y, bueno, ya desde mediados de 2014 se empezó a extender la idea de que Honda llegaba a la disciplina con una gigantesca ventaja que no se podía tolerar, ¡coñe, que no se podía tolerar, hombre de Dios...!, lo que originó un caudal inagotable de bulos y maledicencias en el que participó activamente la siempre bienintencionada prensa anglosajona, lo que llevó a la FIA a aplicar a la nipona la normativa de segundo año a pesar de que para ella era el primero.

Era época de tokens y, en principio, la del Sol Naciente no podía desarrollar su propulsor híbrido salvo en cuestiones de seguridad y abaratamiento de costes, algo permitido para todos, pero Ron Dennis se puso manos a la obra y consiguió que la Federación se mostrase más considerada con su socia. Así las cosas, mientras Mercedes-Benz, Renault y Ferrari habían dispuesto cada una de 32 fichas de desarrollo (tokens para el primer año), durante 2014, a Honda se le permitió disfrutar en 2015 de la media de tokens no usados por sus rivales la temporada anterior. La cifra daba para casi unos 10, pero Charlie Whiting pensó que era más deportivo redondear para abajo y se quedó en 9.

El asunto comenzó en 2015 con Mercedes-Benz disponiendo de 7 tokens a partir de los 25 usados en 2014, Renault con un margen de 12 sobre los 20 que ya había utilizado, Ferrari con 10 a partir de los 22 que se había comido anteriormente, y Honda, en pelota picada y con tan solo 9 tokens para mejorar su unidad de potencia partiendo de cero.

Obviamente, el tema ni era tan bonito ni deportivo como lo pintaban, ni respondía al escenario dibujado en McLaren, lo que llevó a la british press a puntualizar machaconamente que la fiesta la pagaba Honda y, en plan Miguel Gila, advertir que si no les gustaba el panorama ya sabían dónde estaba la puerta de salida...

Aquello supuso una de las anomalías más grandes que ha vivido nuestra actividad en tiempos recientes, y en la carnicería también participó Red Bull, que por entonces andaba emparejada con Renault, pero no hay mal que no cure el paso del tiempo y Milton Keynes se aprovechó de la desangrada que había sufrido Woking, y proporcionando a Honda todo lo que necesitaba a partir de 2019, incluso equipo cliente desde donde acumular kilómetros y recabar toneladas de información (Toro Rosso, actualmente Alpha Tauri), hoy es el día en que muy pocos recuerdan, o quieren recordar, la felonía de 2015.

Honda ha mejorado considerablemente en todo este tiempo y prácticamente está a la par que Mercedes-Benz en cuanto a rendimiento, pero se va aunque nominalmente se quede ligada al proyecto de unidades de potencia Red Bull. Y aquí la austriaca ha querido rendir homenaje a la japonesa con una decoración fráncamente bonita, que inicialmente estaba prevista para el Gran Premio de Japón, pero que por avatares que todos conocemos, vestirá los RB16B durante la celebración del Gran Premio de Turquía.

Dicen que bien está lo que bien acaba y creo que es aplicable a este contexto, incluso contando con que los plumillas ingleses suelen mencionar la palabra «milagro» por encima de sus posibilidades. Y bueno, ya he soltado la chapa, y os leo.

1 comentario:

Antonio L. dijo...

Y a todo lo anterior, añado que el malo de la película no va a ser ni la FIA ni los motoristas que ataron a Honda en corto, el malo es Fernando Alonso por su grito desesperado de "motor de GP2"..............

un saludo de un alonsista