lunes, 25 de octubre de 2021

Un poco excesivo...

Si al espectáculo en la pista del COTA no cabía pedirle más, a los organizadores del evento sí se les podría haber exigido un poquito de mesura ya que, para el aficionado medio la cosa les ha salido pelín sobreactuada, o se les ha ido de las manos según los finos, o vaya usted a saber, que aquí nadie está contento...

La clave está en la metonimia, que diría mi querido Hermano Luis. En la Fórmula 1 sólo hay espacio para un más grande de piel oscura —no, no me refiero a Narain Karthikeyan—, que dice luchar por los derechos civiles y contra las injusticias, etcétera; pero este mensaje unívoco que se digiere fácilmente en las tierras blancas de Gran Bretaña, y se expande con naturalidad en nuestro ámbito deportivo gracias a la prensa anglosajona, gran faro de nuestro mundo, se iba literalmente al carajo cuando la organización decidió meter a Shaquille O'Neal en plan dios Crom cimmerio.

Crom, digo Shaq, se materializaba mediante una performance que dejaba a la altura del betún todas las apariciones de Lewis antes de los entrenamientos, realizadas con antelación a la cita en Austin y que vengan por delante, ya me entendéis. Coche bárbaro con cornamenta sobre chasis Cadillac, al estilo Mad Max, con la deidad sentada cómodamente en el asiento de atrás sujetando el trofeo del ganador... ¡No te pido que me los superes, sólo iguálamelo!

Demasié p'al body! La semántica hizo el resto. Verstappen entendió a la primera de qué iba todo, al fin y al cabo This is America! y el 34 de Los Angeles Lakers es una leyenda viva, pero para Hamilton resultó excesivo, brutalmente excesivo, tanto que ni se quitó la mascarilla durante la ceremonia del podio. 

O'Neil entregaba la copa al holandés y no se retiraba como suele ser costumbre sino que se situaba detrás, entre el primer y segundo clasificado, sirviendo de fondo al evento retransmitido a todo el mundo con sus 2'16 metros de estatura y sus lorcillas de sobrepeso bien ganadas tras su retirada como uno de los mejores y más duros pívot que han existido, y aunque la prensa nos ha vendido que el británico estaba molesto consigo mismo por no haber podido pillar a su rival durante los últimos giros al Gran Premio de Estados Unidos, intuyo que la pupita se debía a que, en el COTA, a 24 de octubre de 2021, a Lewis le habían quitado su juguete preferido y ya no parecía diferente sino un mortal más.

Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja Narain Karthikeyan ¡Que sutileza!
La historia recuerda a Hill, Clark... pero también a esos grandes triunfadores que a diferencia de nosotros, consiguieron alcanzar el sueño que todos tenemos.
Karthiketan, Taki Inoue... Todos los llevamos en nuestro corazoncito.

Un saludo
Sr. Polyphenol

pocascanas dijo...

Quizás estaba todo preparado para una transferencia monocromática (jé) del trofeo, y... zas! algo o alguien se salió del libreto.
Vaya uno a saber.

Saludos desde el Coño Sur

Erathor dijo...

Es que cuando repartes sopas con honda... no hay rival.