jueves, 12 de septiembre de 2019

Breve pero intenso


Será que entiendo como poco vendible la actualidad de Haas y que sé de sobra del corporativismo que gasta la famiglia que controla el paddock, así que veo bien que Rich Energy y la de Kannapolis hayan dicho hasta aquí ha llegado nuestro matrimonio, pero veo muy forzado el resumen de los hechos que se nos ha pasado para que sea copiado, analizado o traducido literalmente, por el benemérito cuerpo de los creadores de contenidos.

Lamentándolo mucho, en la fotografía que nos están haciendo los medios sigo viendo dos pillos, dos trileros, dos iniciativas que se prometieron lo que no podían cumplir; el gancho y el pardillo en un tocomocho [En tierra de cuatreros], que ahora que han deshecho su relación, breve pero intensa, corren desigual suerte porque la británica de las bebidas energéticas difícilmente volverá a pisar la Fórmula 1 mientras que Haas se queda...

Y aquí está el matiz. La de Gene Haas continúa y va a necesitar patrocinadores porque anda canina, y se hace complicado vender una aventura como la suya si no hay detrás un buena historia. ¿Qué tal una empresa con ínfulas desmedidas y un tipo peculiar como Williams Storey al frente?

Desde luego parece mucho más verosímil que explicar cómo es posible que un equipo que cuenta con unidades de potencia Ferrari, que dispone de un chasis decentillo pero que gracias a la portentosa visión deportiva de Guenther Steiner y la estimable labor de sus dos pilotos oficiales, es penúltima en la tabla de Contructores con tan sólo 26 puntos. Seguro que la responsable de estos pobres resultados también es Rich Energy...

En fin, la lección de todo esto es que a la Fórmula 1 se viene engañado de casa con tal de ahorrarse disgustos, que sé que lo hemos pillado.

Os leo.

1 comentario:

tita hellen dijo...

Increible que una marca falsa como Rich Energy haya podido colarse en la F1, en serio, en qué estaban pensando? Es que no hay una investigación de la solvencia de las empresas previa? Al final lo paga el espectador, porque esto hace mella en la competición.

Tremendo, sin duda.

Besotes