lunes, 24 de junio de 2019

Disfrutad lo callado


Nos hemos levantado en modo ¡Oh, cielos, vamos a morir todos! —poned voz temblorosa a esto, por favor—, y da la sensación de que acabamos de descubrir el infierno o nos hemos encarado con Cthulhu o Montoro, o peor aún, que sabemos que nuestra base en la colonia minera de un satélite de Ulises-98 está rodeada por los aliens y nadie oirá nuestras voces ni vendrá a salvarnos.

Mercedes-Benz y su escudería oficial nos están amargando la fiesta, pero esto es viejo y en sentido estricto se veía venir. Ecclestone había salvado el culo en lo del caso Gerhard Gribkowsky y había que ser muy lilas para no entrever dónde estaba el gato encerrado y que el británico nos había vendido por un plato de lentejas. En honor a la verdad, también tengo que decir que mi último enamoramiento de la entrañable Bruja de Blancanieves (y definitivo), arranca precisamente de aquí, de sus desvelos posteriores por encauzar una situación que literalmente se le había ido de las manos y carecía de vuelta atrás.

Pagaría lo que no tengo por pasar una tarde con uno de los mejores ejemplares de pirata que hemos tenido. No hay nada más hermoso en el mundo que un inglés echándose en brazos de un alemán. Ni siquiera un español haciendo lo propio con un isleño alcanza tan altas cotas de epicismo...

Pero a lo que vamos. Bernie sabía perfectamente lo que había hecho y trató de arreglarlo a partir de 2015, una vez había abonado su parte del trato. Pero era tarde para todos, máxime para una prensa anglosajona que vivía la elevación a los altares de su compatriota como un crío ante una bolsa de chuches, y una alemana que cantaba a los cuatro vientos las incontestables virtudes del made in Germany. En aquella etapa todo el mundo era tonto o idiota por no haber preparado el examen, pena que nadie moviera un dedo por entender cómo era posible que Mercedes-Benz lo superase con matrícula de honor, salvo que llevase las respuestas escritas en casa siete años antes, claro.

Yo escribía para Diariomotor y, por supuesto, en Nürbu, pero no pasaba de ser un tipo desagradable que tenía envidia de Hamilton y odiaba el deporte cuando advertía sobre la que se estaba liando. Ante el cambio de normativa para 2017 pasó tres cuartos de lo mismo y, por supuesto, ocurrió igual ante el enésimo intento reglamentario que hemos sufrido hace muy poquito, en 2019, no más...

Nada ha funcionado y hoy es vox populi que hasta que no se aplique el nuevo paquete de medidas previsto para 2021, ni el Altísimo nos quita la estrella de tres puntas al frente de la parrilla. Los gurúes y entendidos por fin han caído del guindo, aunque hoy es lo que ha sido desde 2014, cuando callaban y afilaban sus cuchillos sobre la espalda del tercer personaje de esta historia que también lo había visto llegar. Era cómodo aquel escenario para los siempre dispuestos a sacar pecho a toro pasado. En realidad había mucha más gente que lo estaba viendo: Ron Dennis y Luca di Montezemolo, por ejemplo, y por descontado el puñado de locos que siempre vamos de conspiranoicos por la vida, pero todos perdimos la batalla ante los cobardes apasionaditos de la muerte y tal.

Hoy es tiempo de admitir que como sigamos así esto no remonta ni con reanimación asistida, pero también de solicitar que esta gente que ahora mete tanto ruido y se rasga tanto las vestiduras, dé poquito la murga y disfrute de lo callado.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No va a haber records pa q Lewis y Mercedes los superen. Será q Red Bull les da alasssss.

Ahora q arreglen el desaguisado q montaron pa q un asturiano no ganase nunca más en su vida.

Este dominio de Mercedes huele a preparado q asusta.

Y yo q me alegro.


King Crimson

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Muy buenos días, Carlos ;)

Enlatado y listo para servir después de un minuto en el microondas ¡ja,ja,ja,ja!

Abrazo largo ;)

Jose