martes, 25 de junio de 2019

Telemetría en Fórmula 1 [Abel Caro]


No es que el reciclaje sea una de mis prioridades a pesar de que siempre procuro mantenerme al día en la medida de mis posibilidades. 

Y bien, la telemetría era una de mis asignaturas más pendientes porque en líneas generales entiendo de qué va y para que sirve, como casi todo el mundo, pero ni por asomo se me había ocurrido profundizar en ella. El caso es que conozco a Abel Caro de redes sociales, leo sus artículos y contribuciones, y en uno de esos rastreos tontos por Amazon buscando lectura para este verano, la plataforma me recomienda un libro que se titula Telemetría en Fórmula 1, a 4'99 Euros en versión Kindle, que había sido escrito por él...

No tardé ni cero coma uno en adquirirlo. A mí, que antaño hablaba de cajitas de cerillas con ruedas y ponía muelles a los neumáticos, recordaba el Talgo o mil y una majaderías más con tal de hacer asequible eso que dicen los finos que es tan complicado, me fascina la gente que sabe de lo que trata pero no establece murallas infranqueables entre ellos y el vulgo. Y bueno, Abel es de esos y supe inmediatamente que su niño me iba a gustar, aunque confieso, también, que me introduje en su trabajo con cierto recelo porque presuponía que la base ya la tenía y temía la posibilidad de algún exceso.

¡Y con un canto en los dientes! En su texto Abel resulta conciso, divulgativo, claro y muy cercano en sus explicaciones apoyadas en diagramas y esquemas, cosa que es de agradecer. Es un breviario en la mejor acepción que adopta esta palabra —en mis tiempos lo habríamos llamado Cuaderno de campo de la Telemetría—, un acercamiento a un área con la que convivimos pero en el fondo sigue siendo un desconocido.

Telemetría en Fórmula 1 es un libro que casi se lee en una tarde aunque yo he tardado bastante más en concluirlo. Tiene todo lo necesario para enteder qué tiene de importante la telemetría y cómo resulta baldía sin una buena adquisición de datos y un buen análisis posterior. Los matices de siempre: crees que lo tienes todo y te falta lo más importante, lo que marca la diferencia entre plataformas y pilotos: la lectura correcta de la información...

Se lo comentaba a Abel en Twitter: ahora confío más en la telemetría. Algo que llevo ganado, sin duda, pero conste hoy que ha sido gracias a un tipo generoso como él, que no ha mostrado remilgos en bajarse del pedestal de los de ciencias para acercar nuestra disciplina a los de letras y humanidades, con tal de que todos los aficionados entendamos mejor nuestro deporte.

Ya lo estáis pillando, qué os voy a decir. Y eso, que os leo.

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