viernes, 22 de febrero de 2019

Talla XXL [Mercedes AMG W10]


Mercedes AMG sigue apostando por la distancia exagerada entre ejes para disfrutar de una flexibilidad longitudinal que asegure, en todo momento, que las cuatro ruedas toquen el asfalto asegurando gobierno y tracción. 

El W10 es una preciosidad, sin duda digno heredero del linaje que se inició con el W05 de 2014. Renuncia a circular con un rake pronunciado para reducir la resistencia al avance (drag), sabedor de que el mayor porcentaje de e´xito radica en la unidad de potencia Mercedes-Benz pata negra que lleva en sus entrañas, y así, de nuevo, su apuesta parece clara por obtener la máxima velocidad punta en recta, dejando que en curva sean el empuje y los neumáticos los que le saquen las castañas del fuego frente a fieras de virado como el Red Bull o el Ferrari, que por lo visto ha vuelto a decidirse por un ángulo más agudo en el fondo plano, como en 2017.

En teoría estamos ante un monoplaza que con la normativa 2019 en la mano, apura todas las ventajas que ofrecía el W09 de 2018, que no eran pocas, precisamente.

El nuevo alerón delantero sigue siendo sujetado por una nose estrecha bajo la cual observamos el ala en góndola estrenada en el Gran Premio de España de 2017, cuyas aristas ayudarán a enfocar y definir el vórtice Y250 para que lo aprovechen los turning vanes, los bargeboards y las derivas laterales, con el fin de asegurar un correcto sellado del fondo plano, así como la generosa alimentación de aire en el difusor y el alerón trasero.


Delicado de líneas, los volúmenes finales mantienen la misma filosofía de siempre: interferir lo menos posible para que la aerodinámica posterior apriete el tren de tracción y éste pueda trasladar adecuadamente toda la potencia del propulsor al asfalto.


Básicamente estamos ante un coche delicado que puede machacar a sus oponentes siempre y cuando disponga de abundante aire limpio alrededor, aunque en situaciones de tráfico denso puede penalizar bastante más que su antecesor, el W09.

Es una opinión esbozada a vuelapluma, no me la tengáis demasiado en cuenta. La distancia entre ejes tiene sus cosas buenas, pero también acarrea problemas, sobre todo en carrera, ya que si algo tiene el W10 como característico es su espíritu demoledor en clasificación. Bottas y Hamilton van a disfrutar con este trasto, sobre todo el hijo del viento.

Os leo.

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