lunes, 11 de febrero de 2019

Robert enlatado


Para todos aquellos que pudimos disfrutar del Robert Kubica original since 2006, supone una bonita oportunidad de reencuentro que en 2019 sea piloto oficial en Williams junto a George Russell y se disponga a disputar el calendario completo.

Más allá de las dudas que todavía genera su problema en el brazo derecho, y sin que sirva de precedente, me abono al pensamiento esbozado por Bernie Ecclestone a finales del mes pasado: «If Robert did not have his accident, he would be world champion by now. I think he will come back stronger than before» [Robert Kubica to be stronger than before].

Por lo que sea, damos relativa poca importancia en la actualidad de nuestro deporte a la mentalidad del deportista, el conductor en este caso, y solemos pasar de puntillas sobre ella como si ser piloto no dependiera (también) de esta cualidad psicológica. En este sentido, creo honestamente que el anciano jefe del tinglado da en el clavo en su valoración del polaco: Robert está fuerte mentalmente y quizás sea el más fuerte de la parrilla precisamente por el calvario que ha superado desde su accidente en Rally di Andora (2011).

Otra cosa es que considere que vamos a ver al Kubica de siempre porque la Fórmula 1 ha cambiado radicalmente desde cuando el de Cracovia pilotaba para BMW o Renault, y este es un factor que conviene tener muy en cuenta.

Su paso como probador por Enstone y Grove, más que servirnos para evaluarlo a nosotros, a la prensa especialista o a sus jefes, le ha servido a él como necesario preámbulo o toma de contacto, y al hilo, doy por seguro que si no se se hubiese encontrado cómodo durante esta etapa de su vida profesional, Robert sería el primero en haber evitado continuar porque lo que tiene ante sí, ahora mismo, no es precisamente una perita en dulce.

Ha llegado aquí gracias al dinero, pero también a su constancia y a sus convicciones, y esto es algo que no merece ser pasado por alto. Su mentalidad le ha traído de vuelta y lo de menos en estos instantes es conjeturar si podrá con Russell o no, o si será capaz de amarrar una mayor o menor cantidad de puntos para Williams. Si ayer mismo hablábamos de la hipótesis Lewis vs. Lewis [Carta blanca al hijo del viento], hoy toca recalar en los mismos términos sobre el papel que desempeñará Kubica durante 2019. El polaco ya ha comenzado a cumplir su sueño, no tiene nada que perder por intentarlo, y en realidad, como decía el poeta: tiene todo su pasado por delante.

Sin duda Robert dará la talla en el tú a tú consigo mismo, porque tiene mentalidad de héroe griego y porque es lo que lleva haciendo desde hace prácticamente ocho años exactos.

Os leo.

1 comentario:

anonimo dijo...

Robert es tozudo, como buen polaco. Pero hasta se lo toma con buen humor. Luego de aquél multi-vuelco con el Williams, previo al daño en su brazo, en una conferencia de prensa le consultan "¿Has visto tu accidente en TV?" "Lo he visto en directo" respondió sonriendo.
No sé honestamente si puede o no estar al 100%, pero sí que si hay alguien en este mundo que puede él es esa persona.
Sds.
Martín