sábado, 6 de octubre de 2018

Llamarse Lewis


Son tan escasas las probabilidades de que tu máximo rival para la obtención del título siga empeñado en meterse sucesivos tiros en el pie, que resulta incluso enternecedor comprobar cómo Hamilton se crece en este tipo de situaciones.

No es en absoluto malo por mucho que haya quien me lo reporche cada vez que lo insinúo con el británico. Por mi actividad principal: creación literaria y gráfica, entiendo un poquito lo que supone hacer algo bajo una enorme presión (por plazos, nivel de exigencia, etcétera), y desde luego, conozco una variada panoplia de respuestas.

Siempre se ha alabado que Fiódor Dostoyevski escribiera El Jugador en tiempo récord y acuciado por la circuntancia de que si no cumplía el compromiso de entregar la novela a tiempo, podía dar con sus huesos en la calle debido a lo abultado de sus deudas con su editor. Habría mucha tela que cortar en esta anécdota un poco sacada de quicio, la verdad, pero sus sustancia nos viene de perlas porque conozco a suficientes compañeros que no son capaces de dar lo mejor de sí mismos si los perros no les están desgarrando los pantalones o mordiendo el culo. Es más, sé de dos colegas que buscan afanosamente este golpe de adrenalina porque no saben funcionar sin él...

También hay de los otros y tengo varios ejemplos a mano. Se alejan del mundo porque sin tranquilidad a su alrededor no les sale nada. Uno en concreto, se compró una casita en un lugar apartado de Burgos simplemente para usarla cuando tenía un encargo entre manos. Allí iba después de haberse despedido de la familia y los amigos y no volvía hasta haber concluido el trabajo...

En esto también se cometen excesos, como en todo, pero en líneas generales se puede decir que hay quien da lo mejor que lleva dentro bajo toneladas de agobio, y quien, por el contrario, encuentra su santuario en la comodidad más absoluta.

Apuntaba más arriba que me suelen reprochar que diga que Lewis es un tío comodorro, pero espero que después de los tres párrafos anteriores quede meridianamente claro que no veo nada bueno o malo en abordar una determinada actividad desde una actitud u otra, siempre y cuando se resuelva adecuadamante, claro.

Y ya en harina, en el caso del de Tewin me parece evidente que no funciona igual cuando no está cómodo que cuando lo está. Sin pretender herir a nadie y pasando por alto su relación con Nico Rosberg, en los dos últimos campeonatos (2017 y 2018) se ha podido comprobar que el mejor Hamilton surge cuando Vettel las está pasando putas. Ahí el británico se crece y demuestra que está hecho de una pasta especial. Sin enemigos a la vista resulta sencillamente brutal, y hoy lo hemos visto de nuevo en Suzuka. 50 puntos de saldo y no deja ni las migas, como si fuera consciente de que el rival ha entendido el mensaje.

Entonces queda el menudeo de resolver el currelo: subirse al coche y manejarlo sin cometer errores, y para eso hay que llamarse Lewis, obviamente.

Os leo.

4 comentarios:

david dijo...

A opiniones distintas, dejo estos ejemplos: SPA 2017 (luego del coche de seguridad Vettel tenía todo para ganar la carrera), HOCKEMHEIM 2018 y HUNGRIA 2018 (Ferrari por delante hasta esta parte del campeonato, tuvo la suerte de las lluvias y las aprovechó con un manejo excepcional, mas allá de los errores ajenos, lo que le permitió seguir en la pelea)

Nove dijo...

El pobre DeLorean debe andar ahorcándose de un poste el pobre jejej

Interlagos dijo...

Es que los astros se han alineado y toda la artillería de Mercedes apunta a un solo objetivo: humillar y destrozar a Ferrari.

Un campeonato igualado, donde Ferrari era superior (ligeramente) hasta hace dos días como quien dice ha saltado por los aires.

Podemos intuir que por el celo de la FIA con los rossos, porque Ferrari aguanta el tipo hasta el parón veraniego, porque...

¿Estaba Mercedes jugando como el gato con el ratón y ahora sí lo dan todo en cali y carrera?

Lo cierto es que han olido sangre y ahora las dentelladas son a matar. Y ahí está el cordero Vettel listo para el sacrificio. No quiero ser muy duro con él, pero la hemorragia de puntos hubiera sido mucho menor de haber corrido con más sangre fría en muchas carreras.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Pacto entre caballeros... Para dar salsilla al campeonato. Le han permitido a Ferrari aprovechar algo en su sistema eléctrico, hoy vetado por ese segundo sensor de la FIA.

De haber aprovechado la oportunidad, habrían llegado igualados a Abu Dhabi. Pero está visto que el único de rojo que sabe llegar a la última cita, es asturiano.