sábado, 30 de diciembre de 2017

Checo y Esteban


A cuenta de Checo Pérez, el otro día mencionaba aquí mismo que mis amigos mexicanos recién habían descubierto que existe un claro sesgo supremacista en todo lo que sale de las rotativas británicas, y decía, también, que erraban el tiro culpando al viejo continente de racista, así, en general, porque en lo referente a medios de comunicación, Europa es una leal sometida a todo lo que vierten por sus boquitas (dedos en este caso) los plumillas ingleses.

Una cosa es el legítimo barrer para casa y otra bien diferente, que tengamos que aceptar un discurso que siempre resulta sesgado y al que no cabe hacerle ningún tipo de crítica.

Hay debate sobre este asunto y me parece sano que lo haya porque nos ayudará, como aficionados, a revisar algunos conceptos que tenemos sobre la Fórmula 1, que tal vez merezcan una nueva lectura ahora que Liberty Media ha comenzado a abrir las ventanas para que corra el aire.

No lo voy a ocultar: yo sí creo que el periodismo especialista británico muestra clarísimas preferencias por determinados pilotos y vapulea a otros sin piedad, pero como no es cuestión de aburriros os remitiré al desalentador trato que dispensó a Nico Rosberg durante 2016 y al ninguneo al que le ha sometido después de que se coronase Campeón del Mundo batiendo en toda regla a Lewis Hamilton.

Dicho lo cuál, Sergio Pérez nunca ha sido del gusto británico y aquí creo que podemos coincidir.

El de Guadalajara era considerado excesivamente blandito antes de aterrizar en McLaren, rudo y superado por las circunstancias cuando militó en Woking, y posteriormente, ya en Force India, sencillamente un buen piloto de media parrilla, lo que en sentido estricto significa poco o nada.

En el párrafo de arriba veo el perfil de un profesional inteligente que salvo en la temporada 2013, ha sabido en todo momento cuál era su sitio y ha cumplido su papel sin estridencias. En Sauber no dejó ningún lugar a dudas de que su apuesta personal pasaba por entender los neumàticos Pirelli y exprimir su rendimiento sin contemplaciones, entre otras cosas, porque la de Hinwil comenzaba en aquella etapa su prolongado declive y a algo había que agarrarse. Pérez cumple su periodo de adaptación en 2011 y para la temporada siguiente ya era considerado un artista haciendo durar las ruedas de su vehículo.

Obviamente seguimos hablando de la suiza, y sin saber muy bien qué le exigen los finos paladares ingleses a un novato en sus primeros pasos que no sea aplicable, también, a Magnussen o Palmer, por ejemplo, Checo lo más que sacó en claro de aquel periodo fue que se pusiera en duda su idoneidad para ocupar el backet dejado libre por Hamilton en McLaren.

He escrito bastante sobre Sergio porque es un piloto que me gusta, y recuerdo este periodo en concreto porque discutí más de la cuenta con gente muy cercana defendiendo al mexicano. El contexto en Woking era mucho más agresivo que en Sauber y si es cierto que a veces pareció perder los papeles, también es verdad que la mayoría de nosotros haría lo mismo si tuviese que soportar una cuarta parte de la presión que soportó él. Bueno, Pérez se disculpó más tarde y admitió su errores: no estaba preparado para desenvolverse bien allí...

Pero ojo cuidado con esto, el MP4/28 de 2013 tampoco era la bomba. La Lotus de Gerard Lopez endosó a McLaren cerca de 200 puntos al finalizar el Mundial de aquel año, lo que nos pone en que a la prensa británica se le fue un poquito la pinza exigiendo magia al de Guadalajara, y desde luego, se le fue mucho la mano aplaudiendo su salida y su reemplazo por Kevin Magnussen.

Y bien, a partir de 2014 Pérez recala en Force India y recobra la tranquilidad, lo que le ayuda a mejorar su conducción y la bendita comprensión de los neumáticos, cuestión que con el transcurso de las temporadas ha definido un conductor finísimo que huye de los problemas en pista porque sabe perfectamente que para sumar puntos ante todo hay que terminar las pruebas.

Pero en 2017 ha aparecido Esteban Ocon y los british media han olvidado lo que decían de Checo cuando convivió con Jenson Button. Si Sergio era rudo entonces, cuando intentaba incomodar a su compañero, Esteban mostraba en 2017 una agresividad digna de aplauso cuando ha hecho lo propio con Pérez...

Imagino que para estas alturas de la película ya nos vamos entendiendo.

No sé si es racismo, supremacismo o simplemente tontería, pero parece extraño destacar a Esteban olvidando que Checo es, hoy por hoy, el hombre fuerte de Silverstone, quien se pone la escudería a las espaldas y quien recoge mayor cantidad de puntos para el equipo —por cierto, lleva siendo así desde 2015—. Cuando, además, se podría decir que Ocón casi ha venido a mesa puesta, ya que por oportunidad (el coche se comenzó a perfilar a mediados de 2016 y el piloto probador trabajó para Manor desde el Gran Premio de Bélgica hasta el de Abu Dhabi), experiencia y calidad, el VJM10 tiene más ADN de Pérez que del francés...

Os leo.

2 comentarios:

Prtndr dijo...

Gracias por poner en claro y bien escrito lo que muchos como yo, aficionado a la F1 recuperado por Checo principalmente, pensamos de él y ahora de su coequipero. Suscribo tanto tu columna como tus comentarios posteriores por Twitter acerca del verdadero tinglado que mueve a nuestro deporte y me hace comprender mejor aquellas otras historias de pilotos que si no fuera por tí no conocería. Solo me queda creer que, sí como dices los mercados mueven el espectáculo, el nuestro (Norteamérica-incluído México-, y Sudamérica -esperemos incluída a Argentina-) puedan influir como futuro para la F1.
En este mismo sentido, me gustaría mucho saber tu opinión del GP de Estados Unidos y tu reflexión acerca del porqué Austin fue el lugar elegido...

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

Sobre el GP de los USA he escrito bastante. Llegó al calendario del Mundial antes que México y siempre los he considerado a ambos piezas de un mismo puzzle, en el que habría que incluir, también, el viejo proyecto de hacer una carrera en Nueva York (New Jersey).

Austin (Texas) está tan cerca de México que resulta fácil entender por qué el Gran Premio eligió ése lugar: FOM no las tenía todas consigo en los Estados Unidos pero conocía perfectamente el interés automovilístico mexicano... Si las cuentas no salían, los aficionados mexicanos podrían ayudar a cuadrarlas.

http://www.caranddriver.es/formula-1/austin-y-nueva-jersey-no-garantizan-el-exito-de-la-f1-segun-ecclestone

Como la operación resultó un éxito y hubo respuesta tanto yanky como mexicana, el COTA sirvió de plataforma para apuntalar definitivamente los cimientos de América como mercado. Luego vino el Hermanos Rodríguez, e imagino que Liberty nos dará pronto noticias, ya que la participación de Alonso en Indy ha aumentado el interés por la F1.

Un abrazote ;)