martes, 28 de abril de 2015

Vamos a negociar


Cómo vendrá de chubarra el Bernie que los propietarios de Silverstone han propuesto que los circuitos se sindiquen en una organización que incluso tiene nombre: Grand Prix Circuits Associaton (GPCA).

Qué queréis que os diga, a mí estas cosas de que el capital se ponga a comer marisco y buenos filetes bajo el pabellón de unas siglas y no a pecho descubierto como propondría Von Hayek, me llena de odgullo y satisfación, que diría el bueno de don Juan Carlos. Que sí, que si el patrón pretende subirse a la chepa lo mejor es organizarse, hacer grupo, ejercer presión cual vulgar sindicato. Y si la negociación se va al carajo, pues huelga. Strike!, que dirían los british.

Pena que la edad y la experiencia me hagan mirar estas cosas con cierta ternura.

La bruja de Blancanieves tiene pasta a raudales y sabe perfectamente que´ poder albergan los sobres repletos de calderilla en billetes pequeños y sin numerar, lo que nos pone en que en un abrir y cerrar de ojos puede abrirse paso a través de las filas del rival. Además, Silverstone es Europa y ya sabemos cómo están la Fórmula 1 y el viejo continente y su legislación sobre la competencia. Si el asunto lo hubiese propuesto un árabe, quizá la cosa tuviese más recorrido y llevara también más peligro. Pero viniendo de aquí al lado como quien dice, no sé, como que lo veo crudo.

Y mira que Silverstone lo tuvo a huevo cuando en 2009, Donnington no fue capaz de cumplir los plazos. Ése era el momento en que había que haberles parado los pies al patrón y sus exigencias. Ése era el instante en que había que sentarse a negociar a cara de perro. La hora de decirle a Bernie que es un malnacido de caca que no iba a ningún lado con sus pretensiones siempre al alza a cambio de cada vez menos. El minuto de gloria, el segundo en el que habría cabido enarbolar el estandarte de una posible Asociación de Circuitos de Gran Premio con la intención de meter miedo.

Pero pudieron las gambas y la langosta, enemigos eternos de la izquierda. Y se dejó vivo al dinosaurio a cambio de algunas gabelas, y mira cómo estamos ahora: Alemania fuera del circuito, y a pesar de que el mandamás de la F1 juró en Bahrein que su negocio jamás pisaría un suelo irrespetuoso con los derechos humanos, con Azerbaiyán como sustituto posible de Italia si Monza no se pliega a sus condiciones...

¡Ay Dios! Vamos a negociar. Sí, claro. Pero que el Altísimo reparta suerte, porque ya vimos cómo quedó aquella FOTA que surgió para poner a Bernie en su sitio.

Os leo.

1 comentario:

GRING dijo...

Visto que los grandes de las grandes ligas futboleras europeas le empiezan a tomar gusto a las goleadas a las 12 del mediodía o las 4 de la tarde para que todo el fantástico mercado de los ojos rasgados disfruten a horas adecuadas,me temo que estamos muy cerca de madrugar para ver casi todo el campeonato, lo cual no está nada mal, porque nos quedará el resto del día completito para vomitar por lo visto en el Campeonato del mundo de TilkeF1. O para ir a la playa o a la montaña, al gusto de cada uno, y cargarnos de iones negativos para poder llegar en forma a la siguiente carrera en otro "Estado" respetuoso con los derechos humanos de sus dirigentes. El eurocentrismo ha muerto; ¡viva el eurocentrismo!.
Saludos!