viernes, 24 de abril de 2015

Pantaleón y las visitadoras


Boullier, Éric Boullier, es un poco el capitán Pantaleón Pantoja cuando más celoso se ponía en la obra de Vargas Llosa que da título a esta entrada, por mantener en secreto su secreta misión en la selva peruana.

Anteayer nos vino —¿o fue ayer por la mañana?— con que Woking será competitiva a finales de 2016, lo que nos pone en que el Nano podría optar a luchar por el título allá como en 2017. Obviamente, hay quien se pregunta si para este viaje hacían falta tantas alforjas, porque está visto que a Ferrari le está yendo mucho mejor sin el asturiano.

Vaya por delante que soy de esos que opinan que a Maranello siempre le iba a ir mucho mejor sin Alonso en sus filas, y ya puestos, sin Montezemolo, que hay que ver cómo se tomó Bernie, y lo que le ha durado, aquello que sucedió en el yate de Flavio en 2009. En fin, quería decir también, que soy de los pocos que entendieron a Fernando a la primera, cuando dijo en el momento de pirarse que estaba haciendo lo mejor para la de Il Cavallino.

Es una lástima que no se haya dado a este generoso gesto la importancia que tiene, porque a partir de ahí, el milagro italiano es sumamente sencillo de entender.

Lo primero de todo pasa por desacreditar a Luca Cordero cuando afirmó al respecto de la victoria de Sebastian Vettel en Malasia: «Esta es la recompensa al trabajo duro. Comenzó en este coche en Maranello, en febrero del 2014, y luego fue recogido por los que dirigen La Scuderia ahora. Este triunfo es quizá tambien debido a algunos pequeños errores de Mercedes, pero también a todos los que planearon el monoplaza y el motor el año pasado.» 

Y lo segundo, por creer a pie juntillas al don Maurizio de hace unos días: «Recuerdo que fue el 10 ó 12 de diciembre —qué precioso comienzo de frase—, me reuní con Resta y Byrne. Estábamos observando una imagen del vehículo y pregunté si era posible desplazar el peso más adelante, porque a Raikkonen le gusta sentir el coche así y Sebastian es de gusto parecido. Me dijeron que necesitarían 6 meses y les comenté ¿qué podéis hacer en 3? Contestaron que necesitarían trabajar las 24 horas del día para conseguirlo y yo afirmé con la cabeza y les dije que trabajaría con ellos —¡por Dios. Qué final. Madre mía, qué final!—.»

El peso de la composición de Arrivabene se hace patente la presencia una primera persona mayestática y plúmbea. No existe equipo, no hace falta. Él sabe lo que necesita Kimi y lo busca porque puede venirle bien a Sebastian —es importante el orden en esta secuencia—. Allison no es suficiente e incorpora a Byrne. Recuerda la fecha exacta y se convierte en el acicate, en el detonante, apostando a trabajar hombro con hombro en la travesía de Moria como si fuese Gandalf. Doy por seguro, que si hubiese tenido algo más de tiempo, Maurizio nos habría relatado cómo se le apareció Michael en sueños para decirle que ése era precisamente el camino...

Pena que todo esto haya surgido horas después de que el pérfido Helmut Marko insinuara que entre Mercedes AMG y Ferrari hay tomate.

Pero a lo que vamos. El director deportivo de Maranello trata a los periodistas y aficionados como putas, mientras que Boullier, Éric Boullier, como Pantaleón Pantoja, suministra pinceladas de color a la prensa y afición, lo que viene a ser lo mismo que animarlas a que se pongan cachondas sin Viagra. Luego, si por un casual hay gatillazo, ése ya no es su problema porque ha cumplido con creces su cometido y a otra cosa, mariposa, que su secreto consiste en proveer de visitadoras a la tropa.

Os leo.

4 comentarios:

pocascanas dijo...

...y Ron Dennis sería "El General en su laberinto"?

Odicha dijo...

...o tal vez "el hobbit"

Riela Marcellis dijo...

aquello que sucedió en el yate de Flavio en 2009

no me se esa historia, cuentala por favor.

Anónimo dijo...

Tiene una cara de pocos amigos....