viernes, 17 de abril de 2015

Hay magia


El Gran Premio de Bahrein del año pasado nos trajo agradables sorpresas. Tercera prueba del Mundial 2014 (se disputó con anterioridad al Gran Premio de China), bastó que la presencia del Safety Car durante un puñado de vueltas decretara el fin de la ley seca, para que asistiendo a unos últimos giros sencillamente descomunales, se nos quitaran de encima la pesadumbre y hastío que nos habían producido Melbourne y Sepang.

El FRIC fue erradicado, Jules sigue postrado luchando por ver de nuevo una carrera, y la cosa sigue igual que siempre, por muchas nuevas medidas que se hayan introducido para valorar aquello del caudal ajustado a norma. Tanto, ahora que lo pienso, que los gatos de Gorliz se revuelven inquietos ahora como antes.

La luna se esconde en la oscuridad salpicada de estrellas y parece momento de ir a buscarla, profanando el silencio con maullidos que suenan a bebé que necesita teta. También es hora de lobos. Quizá sea incluso la mía aunque no tenía pensado ponerme a escribir.

Hoy ha sido uno de esos días que te apetecería borrar del mapa pero he recordado lo que os dije hace exactamente siete jornadas, y se me ha pasado la pereza. Hay que recuperar el saque y si no hay mucho donde apoyarse, existen muchas ganas de encontrar el apoyo que nos permita encarar el último escollo antes de Barcelona. Luego, si eso, Dios dirá si erramos el tiro pasándonos de pacientes o hicimos bien abonándonos a la esperanza.

Bahrein, en el culo del mundo, para que nos entendamos. Un lugar cuyo nombre no habría aprendido nadie si no fuera por la Fórmula 1, parece el mismo que las otras veces aunque yo diría que esta tarde, se ha manifestado empapado de esa magia que sólo se da en nuestro deporte.

Los Mercedes AMG siguen intratables incluso gestionando su enorme ventaja con esa supuesta amenaza que supone en la actualidad Ferrari, pero Fernando sonríe como no hacía desde va para tres años y algo me dice, que lo mejor está por llegar.

Os leo.

1 comentario:

pocascanas dijo...

Como soñar no cuesta nada, voy a imaginar una posible estrategia para los McLaren:
Un juego de blandos para intentar pasar a Q2, y hacer la Q2 con medios. Esto los lleva a largar con medios, cuando la temeratura todavía no ha caído y ese caucho rinde un poquito más, y permite reservar dos juegos de blandos para la fría noche del desierto.
Por supuesto, implica quedar al fondo en Q2.