martes, 5 de agosto de 2014

Total, ¿qué más da?


Bernie se ha librado de ir a la cárcel por soborno y trapicheo, soltando uno de eso sobres con los que suele arreglar cualquier desacuerdo. ¡Por dinero no será? 

Es cierto que esta vez todo parece legal, tanto que la hacienda alemana recibirá su parte, vamos, que en la transacción económica con luz y taquígrafos por la cual se firma el arrieritos somos y en el camino nos encontraremos, un tiburón ha abonado a otros tiburones la parte correspondiente al disgusto ocasionado y el océano sigue siendo tan peligroso como antes si no más, que un Ecclestone crecidito y engorilado puede reconsiderar seriamente aquello de irse de la Fórmula 1 y decidir a renglón seguido quedarse, más que nada por si dispone de tiempo para cobrarse algunas facturas pendientes.

En fin, si el viejo ha mantenido estos últimos meses un perfil ciertamente bajo no ha sido por otra cosa que por evitar que el verdugo le calibrara el pescuezo, así que una vez libre de las esposas que le ataban al banquillo y a tanta venganza, es de suponer que tardará cero coma en reclamar lo que considera suyo, que entre pitos y flautas el año que viene hay Gran Premio de México y si Dios quiere, al siguiente, una carrera azerbaiyana, ¡con un par!

Me dirán ustedes que qué demonios se nos ha perdido como deporte del motor en Azerbaiyán y yo les contestaré como de costumbre, que nada o a lo sumo, lo mismo que se nos perdió en Yeongam. Eso sí, entre que se ponen de acuerdo las autoridades y los promotores, se obtienen los permisos y se encuentra el dinero que hará falta para que Hermann Tilke comience a levantar el lapicero, hay tiempo suficiente como para que empiecen a despegar los maletines. 

Una vez las máquinas entren a saco a remover el terreno para facilitar el cimentado y asfaltado del nuevo circuito, ni les cuento lo enloquecidos que se van a poner los billetes verdes de a 100 y sin numerar correlativamente, lo tontorronas que andarán las manos de sus propietarios, y lo cachonda que estará la gentucilla esa que considera que los paraísos fiscales son totalmente necesarios para el buen funcionamiento del orbe.

Y no se me alteren, por favor, que en esto también consiste la Fórmula 1. Aunque al hilo, debo confesar que me sorprende que habiendo quienes alaban el misterio y ven imprescindible la figura de Bernard Charles Ecclestone, riéndole incluso las gracias cuando confiesa que a veces se ha visto obligado a repartir oscuros sobres por aquello de alcanzar acuerdos, se empeñan una y otra vez en negar la existencia de cualquier gato encerrado en el día a día competitivo, con tal de que los malos valoremos los resultados de los campeonatos tan solo desde su aspecto más técnico, viril y deportivo.

Por último, no quiero terminar estas líneas sin advertir que la foto de entrada es un montaje apañadito, que no corresponde a cuatros señores azerbaiyanos sino a otros tantos colegas que me he pillado para que hagan de kazajos. Total, ¿qué más da?

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Tás sembrao, Jose! Aguas rojas, nadamos en aguas rojas.

Un saludo a todos,

ABB

J-CAR dijo...

¿Justicia para ricos y justicia para pobres? Más bien para amos y para esclavos. La recepción con la que era agasajado Gribkowsky en los Grandes Premios y los 44 M$ de parte de El Supremo debieron confundirle. Él, como tantos, creyó estar en "la cima del ruido" y ha descubierto duramente que no era así.
La división entre una ética para ricos-amos y ética para pobres-esclavos es la misma que separa la ética profesional de la personal. Ya que en nuestro laborar estamos al servicio de los fines-objetivos-resultados de nuestros amos es evidente que merece un tratamiento ético, o control conductual, diferente que cuando actuamos únicamente en pos de nuestros propios fines. Así el sobornado es condenado y Bernie puede comprar no solo su inmunidad sino también la verdad de que alguien debió pagar ese soborno.
Y esto es así al menos desde los relatos fundacionales de nuestra cultura occidental. Seguimos olvidando que donde acaba "La Iliada" empieza "Troyanas" (http://youtu.be/Z5EB0hMh7NY) Donde acaba el vaciamiento y rescate de las cajas, y los fondos para la formación, empiezan el paro, los suicidios antes del desalojo y el hambre de los escolares durante las vacaciones. Los que se apropiaron de todo ello son los que aún deciden quien puede y quien no llegar a ser nuestro presidente. Y el presidente que estos nos permiten elegir decide el destino del juez que le persigue, del periodista que lo publica y del contable que lo cuenta.
Es fácil para muchos comprar la verdad porque cuando vendemos nuestra alma ya ni siquiera fijamos un precio. Es una liberación que se la lleven porque creemos estúpidamente que así sufriremos menos.
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!