I'm going slightly mad

Farrokh Bomi Bulsara, una caja de resonancia con forma de hombre, me acompàña en esta aventura. Si el SIDA no se lo hubiera llevado a él hace ya 21 años y unos meses, y yo me sintiera un poco menos cansado, disfrutaríamos juntos de esa huída hacia adelante sobre un Bentley que enmarca a Jeremy en la imagen que abre esta entrada.

¡Canta, Freddy, canta. Que yo, aferrado al volante con más miedo que vergüenza, intentaré que el tiranosuario no nos devore! ¡Canta, Farrokh, canta I'm going slightly mad con esa voz indescriptible y sonora que tienes; que yo extenderé mis alas negras sobre el acantilado mientras ponemos pie en polvorosa ante esta realidad que nos viene pisando los talones!

Dicen que Sebastian probó el patxarán en Donosti, pero no el Nürbu que estamos bebiendo tú y yo. Uno más menudo y menos testarudo, carísimo el suyo pero nada que ver con ese néctar casero que compartimos mientras tomo una curva y tú cantas como una orgía de querubines, mientras huímos y huímos, de un mundo que ni pensábamos, al que quisimos y amamos entre las sábanas, para descubrir al cabo que era un hogar vacío que acabaría volviéndonos la espalda.

Rencores aparte, tú y yo sabemos que la vida es una cuenta atrás que no alberga posibilidad de parciales ni tiempos muertos... ¡Espera, le paso el volante a Jeremy, que se ha unido a la fiesta. Yo prefiero sacar la cabeza y difrutar que vuelo a ras de suelo!

Los tres juntos con el botín en el maletero, my god! ¡Rasante, gañán, ojo! ¡Rasante a fondo, rush! ¡Acaba rasante; abrirse para zona rápida uno! ¡Izquierda derecha rápida, rush, rush! ¡Derecha menos, menos, rush...! ¡Se acaba. Abrirse en cuarta y derecha. Derecha rápida, rush...!

La vida es una milonga pero vale la pena beberla hasta apurar el vaso, y más si es en compañía de buenos amigos. ¡Rush!

Rush, rush! Mañana empieza el mediodía y habrá que ver lo que se irá diciendo de Montmeló, no sea que el Gran Premio de España nos pille dormidos. ¡Pisa a fondo, Jeremy, que mientras Freddy sigue cantando y nos alimenta de sueños, yo miro por los retrovisores, no sea que en un descuido, esta mierda de realidad que estamos sufriendo, enseñe el morro para intentar hacernos un sorpasso!

El manús de la cosa nos ha pedido paciencia desde su plasma, con el pronóstico en la mano de que la tortura acabará en 2016, pero nosotros vamos rush, rush, siempre rush, rush, con el maletero lleno de billetes de 500 y más felices que unas pascuas ante un futuro al menos tan incierto como la salida de una curva tomada a quién sabe qué coño velocidad sobre este cacharro...

I'm going slightly mad. Os leo.