lunes, 13 de junio de 2022

El pan y la sal

Es pronto para coronar a Max, salvo para la prensa anglosajona, que está dando al holandés todo lo que le negaron el año pasado. 

A ver, Lewis no está ni se le espera, y en vez de tomar atajo y apoyar a muerte a George, que sería lo lógico en tiempos de Jubileo del reinado de Isabel II, con tal de negar el pan y la sal a quien está empañando los logros del Greatest Of All Time, les resulta preferible apostar a un valor seguro como el vigente Campeón del Mundo, del que decían hace tan sólo unos meses que era presuntuoso y arrogante, nada humilde, vamos, impetuoso y peligroso en demasiadas ocasiones, capaz de hacer un Senna contra Prost con tal de salirse con la suya. En definitiva: Verstappen era un piloto al que, para llegar a dar lo mejor de sí, le faltaban algunas temporadas luchando con Hamilton y respetándolo (¡a ver!, ¿con quién iba a ser y quién iba a hacer de referente?). Además, ¡qué feo ganar un campeonato con la ayuda de Michael Masi!

El caso es que el padawan salió buenorro y ¡zas!, llegada la hora para la prensa made in UK de ocultarse un poquito y barrer el polvo bajo la alfombra, saltan las voces autorizadas y ¡Max Verstappen está siendo (casi) proclamado World Champion '22 sin haber acabado junio porque este año sí, este año da el papel! Pero...

Siempre hay un pero por ahí suelto, además del bendito porpoising

Existe un límite presupuestario del que no podrá escapar ni siquiera Milton Keynes, está Ferrari, algo despeinada y revuelta, para qué negarlo, pero sólo llevamos a cuestas ocho pruebas de las veintidós que propone el calendario 2022, y a todas luces parece pronto para andar repartiendo pan y sal como si no hubiera mañana.

Max es el mismo que en 2021, tan colosal, rápido y voraz como antes. Lo veo algo más tranquilo tal vez, porque anda aquejado de males de espalda el individuo que se saltaba los semáforos y lo llevaba a la cuneta si se descuidaba. Ahora bien, sin Charles en pista el hijo de Jos mejora considerablemente, aunque esto que digo no es más que una mera opinión. En fin, llega el Gran Premio de Canadá, es tarde y toca asear y dar de cenar a Amama...

Os leo.

4 comentarios:

DeLorean dijo...

Cuando el gato no está... el otro gato tiene a los ratones controlados. Ojo, que George es gato también (que le pregunten al ratoncito colorao que tiene de compi), pero Toto lo tiene encerrado en una jaula para hamsters.

Max ya es bicampeón porque tiene la dinámica y el destino a su favor. Ganar sin hacer poles, con la estrategia, los comisarios y Ferrari remando para él, con Checo acatando y protegiendo sus espaldas mientras que Charles está tan solo como Russell.

De momento, el prodigio de Jos sería un campeón injusto, como lo fue el de 2019 pero con mayor diferencia aún. Ahora bien, la historia no recuerda la letra sino el número.

Jarenito dijo...

Yo ya lo comenté en una entrada anterior, por desgracia yo concuerdo con los piratas: el mundial lo tiene de cara RedBull y Max.

Es así.

Cao Wen Toh dijo...

Stop the count!

Erathor dijo...

No se esto de que los campeonatos se hereden YA huele mal. Es como si todos se apartasen alabando al Elegido cual Muad'Dib.

Nos gastamos una millonada en cambiar la aerodinámica para que todo siga igual. 2 escuderías a un segundo del resto como mínimo y, para colmo, la segunda en contienda siempre tropieza en algo.

Y, lo siento José, pero Ferrari es especialista en esto. No se puede entender tanta torpeza. Ojo, Rebull también ha hecho lo mismo.

Inexplicable.