Levantarme con una «reflexión» de Jacques Villeneuve sobre Charles Leclerc me ha supuesto un saludable buen rato mientras tomaba café; leer que el tope presupuestario F1, que iba a proporcionar tanta y tanta estabilidad, lo que ofrece, en cambio, es tanta ambigüedad que prácticamente no existen mecanismos para resolver casos de incumplimiento, me ha recordado lo negativo que soy [Siempre «negatifos»] y lo bien que sigue andando nuestro deporte.
Obvio que no voy a preguntar por quién tuvo la brillante idea de dejar, en su día, un micrófono o un bolígrafo al hijo de aquel querubín canadiense que atendía al nombre de Gilles...
Los padres no son culpables de los pecados de sus descendientes, ni las madres, ni siquiera las de los responsables de Liberty Media, FIA y equipos, que se reunieron una, dos, mil veces quizá, para alumbrar un nuevo marco regulador totalmente defectuoso, rebosante de agujeros y zonas grises, como los anteriores, vamos, de forma que si queréis referiros a ellos con propiedad lo mejor será que no mentéis a sus respectivas mamás.
Os leo.
2 comentarios:
Te dije que vendrían...
Jacques solo representa a esa gente con togas y antorchas que vienen a condenar, esgrimiendo la existencia de toda suerte de herejías. Una de ellas es que cuando menciona "el error de Imola"... el único puto error que ha cometido Charles (tras una cagada del equipo) y que le llevó a perder solo 7 puntos; el único en 9 carreras.
Alaba a Max Verstappen diciendo que no ha fallado... cuando su trompo en Montmeló (racha de viento grosera) o sus errores en la clasificación de Melbourne o Bakú dejan de existir ya que no conllevan merma numérica.
Habla de que "Max siempre tiene ritmo"... como vimos en Mónaco, donde se encontró con Ferrari para llegar a un podio que ni merecía. Pero a lo que voy: la carrera de Charles en Canadá fue una mierda por culpa de las reglas y del propio equipo. Y si está 3o es porque Ferrari y la mierda de coche que le ha dado no le ha permitido estar 1o, que es donde estaría de haber transcurrido de no ser un piloto maldito.
Eso lo vemos nosotros, el dibujo deja la línea de la realidad y se difumina para acabar ensombrecido por los números. Grosso modo: si después de ser el mejor piloto hasta ahora, el mejor poleman, el que más Driver of the Day ha logrado... vienen mendigos intelectuales como Jacques a ponerlo en duda (por su único error de pilotaje y obviando los de Max, Checo o Carlos, que han sido más), ¡el día que falle de verdad estará muerto! Y de Jacques está lleno este estanque... la presión con la que corre este chaval hundiría a Lewis y a Max, como cuando Daniel o Nico les robaban las poles y victorias.
Queda en la conciencia colectiva, como aquel 2007 y la clasificación final, obviando que la FIA tuvo que ponerle guardaespaldas a un piloto porque lamentaba haberlo sancionado injustamente en Hungría (algo inaudito, por cierto). Importa quién es el campeón porque los hagiógrafos se apellidan Villeneuve y no se molestan en contar la verdad.
Y yo te comenté que íbamos a estar esperándolos ;)
Abrazaco
Jose
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