jueves, 12 de octubre de 2017

Pon un doblado en tu vida


El asunto de adelantar se está poniendo al rojo vivo. Quien más, quien menos, pretende que se le moleste lo indispensable cuando intenta sortear una de esas barreras móviles que atienden al nombre de doblados, y claro, ya la tenemos montada.

El doblado es molesto per se. Está ahí, jodiendo la vuelta perfecta, interrumpiendo el discurso narrativo del poeta de turno, el climax en su declamación, yo qué sé qué circunstancias locas que hacen que el artista acabe recordando a quien no se deja pasar lo suficientemente dócil, que a la abuela el que la quiere es él, y con toda el alma, que el otro es un vendido de mierda y un traidor que seguro que está trabajando para el enemigo y tal...

Bueno, como sabéis de sobra, la gente se pone muy tensa en los adelantamientos a doblados y por si no faltasen ingredientes para la opereta, luego viene Whiting y se lía a matar mosquitos a cañonazos porque hay banderas azules y hay que respetarlas ¡coño!, como si existiesen pocas faltillas y faltazas que por el bien del espectáculo se dejan en el aire incluso sin el pertinente tirón de orejas.

En fin, es cierto que hay banderas azules que avisan a un piloto que por detrás viene otro conductor con mejor posición para que no interfiera en su camino y se aparte lo más rápido que le sea posible sin generar situaciones de peligro. Hay banderas azules y hay que respetarlas, pero el doblado también suele servir para dar DRS al poeta de turno, como me recordaba el otro mi amiguete de Twitter Juan Galdón.

En justicia, si el doblado debe apartarse por imperativo legal, al piloto que va en vuelta le debería estar prohibido aprovecharse de un coche que le va a dejar paso sin oponer resistencia, porque en caso contrario, el tema de los doblados resulta una auténtica bicoca. 

Bueno, esto que he planteado supone pecado de retórica porque es obvio que ya es una bicoca para los que van delante. Si te persiguen y te van a adelantar con DRS, pillar un doblado te permite activar el tuyo y defenderte con las mismas armas. Si eres el perseguidor pero no estás a menos de 1 segundo del coche que vas a cazar, encontrar un doblado en el camino te facilitaría usar el bendito cahivache para echarte encima de tu rival en un santiamén. Y si el doblado te molesta o no te resulta útil, siempre te puedes quejar por radio para que venga Charlie a poner orden... ¡Un poco demasié!, ¿no?

No estoy solicitando que los doblados se agrupen en una especie de sindicato. Razones para hacerlo tiene de sobra y además, Felipe Massa encajaría a la perfección en el papel de Presidente, pero el asunto de que media parrilla, o más en determinados circuitos, sirva para que los de arriba saquen pecho de todas las maneras posibles, deja un poco en pelotas el concepto de competición y desluce bastante el espectáculo.

Los adelantamientos en Fórmula 1 han sido caros de conseguir siempre, se habían vuelto facilones de un tiempo a esta parte, pero con esto de las banderas azules y el DRS se han puesto como de saldo, no sé si me explico.

Os leo.

2 comentarios:

enrique dijo...

El problema es que media parrilla sea doblada. Si se doblase solo a dos equipos, 4 coches... Esto habla de la superioridad insultante de unos y otros. Me horroriza que demos por normal que se doble hasta el décimo puesto.
En otro orden de cosas... Las escuderias que tienen equipos b tienen adelantamientos gratis. No quiero que suene a una cosa por otra. Que coño!!! Si, si; eso quería que sonase.

winarthez dijo...

Yo lo que haría es: si el líder llega al primer doblado -> se para la carrera y salida de parado. Anda que no iban a estar interesantes las carreras!!!!