No parece muy apropiado ponerse a escribir a estas horas sobre el pasado Gran Premio de Malasia, pero por algún lado hay que comenzar a tomar el pulso a la realidad, incluso haciéndolo con la primera sesión de libres para el de Japón vista para sentencia y observando cómo llueve antes de la segunda...
Tarde desde luego no es. Si algo hubo de bueno el fin de semana pasado con respecto a lo que nos ocupa, fue que se percibía cierto optimismo alrededor del proyecto McLaren-Honda para esa prueba en concreto.
Obviamente, la bajada de tensión informativa, con la serenidad consiguiente, ha empezado a ejercer de bálsamo a partir de conocer que cada socio va por su lado en 2018, y como por arte de magia, los datos se leen ahora como datos, que es lo que llevamos haciendo en este hilo desde comienzos de temporada.
El escenario ha cambiado completamente. Honda ya no tiene prisa. No tiene que convencer a nadie y ello ha trastocado nuestras previsiones [Informe de avances (Singapur)].
En Sepang seguíamos utilizando la unidad de potencia estrenada en julio, y lo cierto es que con resultados razonables en el coche de Stoffel y algo peores en el de Fernando, debido a que la incertidumbre creada por la meteorología sobre tierras malasias —como he comentado en redes sociales estos últimos días—, animó a McLaren a plantear dos estrategias diferentes: una para seco y otra para mojado. Bueno, es sabido que a Alonso le gusta buscar sus oportunidades en agua, y ahí se equivocaba el asturiano porque llover, llovió apenas nada el domingo.
En la valoración de progresos, cabe recordar que no nos hemos equivocado ni un ápice en la lectura hecha desde Bélgica. La UP Honda ha ido entregando la potencia desde entonces buscando ante todo la fiabilidad, y no se puede negar que en Malasia el conjunto se mostró fiable.
Habían desaparecido los problemas electrónicos, los diferentes componentes funcionaron adecuadamente. El sábado ambos coches entraban en Q3 aunque el del español lo hacía muy justito, seguramente por lo que decíamos más arriba: configuración para agua, con el fondo plano más separado del suelo y unas suspensiones más dulces de comportamiento. Y el domingo, Vandoorne se metía holgadamente en los puntos mientras que Alonso pagaba por su apuesta por correr con asfalto mojado, lo que le acarreó concluir undécimo.
Sobre este aspecto, y a modo de acotación, me gustaría matizar que dudo mucho que Fernando hubiese podido rascar mucho más en el caso de que su equipo le hubiese ahorrado la perfidia de su parada de boxes. El coche no estaba para mucho más, y esto son habas contadas en Fórmula 1.
Y hemos llegado a Japón, y puesto que como decía antes, Honda ya no tiene prisa, seguimos usando la especificación estrenada antes de Austria. Imagino que alcanzada la fiabilidad necesaria puede entregar incluso algunos caballos de potencia más. En todo caso, Suzuka es un trazado muy exigente y habría preferido (yo) que se hubiera estrenado la nueva evolución, más que nada, por tener las cosas claras en la parte final de la campaña.
No es así y no vamos a darle más vueltas al asunto. La semana que viene andaré un poco más fino y valoraremos sin tanto retraso lo sucedido en el Gran Premio de Japón con el pertinente Informe de avances, más que nada porque espero una buena prueba para McLaren-Honda.
No es así y no vamos a darle más vueltas al asunto. La semana que viene andaré un poco más fino y valoraremos sin tanto retraso lo sucedido en el Gran Premio de Japón con el pertinente Informe de avances, más que nada porque espero una buena prueba para McLaren-Honda.
Os leo.
2 comentarios:
Creo que es un error estrenar la nueva especificación en Austin, que siempre.ha sido buen circuito para el McLaren, pero Honda quizá prefiera rascar unos pocos puntos en su casa que un (hipotético) gran resultado en EEUU. Veremos qué tal se da.
Yo creo que la carrera de Alonso en Sepang se vio comprometida porque los Williams estuvieron jugando a tocarse. La jugada de Honda es obvia, si con McLaren no seguimos, vamos a darle lo justito.
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