viernes, 16 de junio de 2017

Y el divorcio, ¿para cuándo?


Juego de Tronos ha hecho mucho daño. Descubrimos que los Reyes Magos no nos han traído el Scalextric y comenzamos a escuchar The Rains of Castamere de inmediato... 

Todo esto resulta muy complejo, la hostia de complejo. Hablar de Fórmula 1 no está al alcance de cualquiera, por Dios, que a la mínima, un mindundis puede tener la ocurrencia de pensar que detrás de lo que está saliendo estos días en la prensa especialista está Zak Brown como cuando la Autosport se rendía ante Fernando Alonso y su aventura americana, o que unos malos resultados se resuelven cambiando de motor a un monoplaza cuyo chasis es una puta obra maestra incluso siendo empujado por una UP Honda.

¿Y si el MCL33 sale bananero aunque lleve propulsor made in tres estrellas? ¿Y si los Sauber le pasan por encima en 2018? ¿Habéis pensado en eso que no piensan los tabloides británicos...?

En el De Luxe de esta semana, Jorge Javier somete al polígrafo a una pariente cercana de Yusuke Hasegawa. Descuidad, ella nos contará con pelos y señales que hay de cierto o falso en el gallinero que se ha montado estos días. Quién miente y quién dice la verdad y esas cosas.

Éric Boullier ha declinado personarse en el plató, pero a cambio, Toto Wolff entrará en el directo vía telefóno y es posible que también lo hagan Niki Lauda y herr doktor Marko. Por intervenir, intervendrán la Esteban, la Patiño, un señor de Cuenca que pasaba por allí y escuchó no sé qué que se decía en Woking, y tres gurúes de los nuestros, de esos que escriben como Maurice Hamilton en la intimidad y afirman que todo esto es mu complicao. Todo sea porque la exclusiva resulte lo más sólida posible. La ocasión lo merece. El público. El público ante todo...

Si no fuera porque estoy retratando la actualidad con alguna que otra licencia poética, yo mismo me estaría riendo con la broma que he esbozado en un puñado de líneas, ya que hay lecturas más sosegadas e inteligentes, y menos histéricas, para entender qué sucede con la entente anglo-japonesa.

El proyecto del año que viene tiene que ser comenzado a la mayor brevedad y esto no será posible si no se sabe dónde coño está exactamente Honda, así que los ingleses han comenzado a presionar con artillería pesada a sus socios para que resuelvan esta incógnita mejor en Bakú que en Silverstone. Hay prisa en todas las partes involucradas, lo que en modo alguno significa que no se haya avanzado o que no exista posibilidad de avanzar más. Y, además: es normal y bueno que la haya porque si no surge un margen de confianza mutua antes de Monza, sería de locos continuar con esta historia.

Soy consciente de que con este tipo de entradas no me voy a comer un colín. Está escrita en viernes por la tarde. No alienta el pánico de la plebe. Tampoco es un ejercicio de postureo ni aparece la palabra «divorcio» salvo en el título. Pero al próximo que os diga que todo esto es muy complejo, hacedme el favor de mandarlo a hacer puñetas.

Os leo.

1 comentario:

pocascanas dijo...

No hay nada más sencillo que invocar lo complejo. ;)