The Green Hell

Nürburgring, ese extraño y largo circuito al que Jackie Stewart llamó El Infierno Verde (The Green Hell). Lleno de curvas peligrosas y trampas sin escapatoria, supone en sí mismo un hermoso poema aplicable a cada una de nuestras vidas, pues representa como ningún otro lugar en el mundo nuestro trayecto en este planeta como aficionados y personas.

Contrastes, diferentes prismas para disfrutar de todo esto. Fragmentos dispersos en todo caso, que coinciden sobre el asfalto en cuanto comienzan a rugir los motores. Eso somos, puñeteras coincidencias en el espacio tiempo aunque discutamos en los matices.

Os deseo lo mejor del mundo para este año venidero que romperá el horizonte en unas horas. A vosotros, los que me aguantáis así llueva o truene en el sitio donde llevamos viéndonos va para siete años, y a vosotros también, mi gente de Diariomotor, quienes con vuestra paciencia infinita me permitís seguir creciendo en cada entrada, con especial mención a los aficionados del otro lado del charco porque me suponéis un reto constante que agradezco en lo que vale.

Sed infinitamente felices, todos. Yo os corresponderé desde la parte que me toca. En todo caso, os doy las gracias en esta noche que cierra el año, porque lo valéis y porque lo quiero.

Mañana nos vemos como siempre, en El Infierno Verde. Os leo.