En el acervo aficionado se ha instalado una especie que afirma que 
los cambios a los que ha sometido Pirelli a sus neumáticos de esta 
temporada, son asimilables por importancia a la cacicada 
perpetrada por la FIA en 2006 (lo subrayo en cursiva porque la supuesta 
fechoría, como veremos más adelante, en el fondo no fue tal), cuando 
anunció la apertura de concurso para proveedor único de gomas a partir 
de 2008 y hasta 2010.
Michelin y Bridgestone, os refresco la memoria, proveían a la Fórmula
 1 en aquellos momentos y la francesa declinó presentarse, anunciando en
 el mismo 2006 que al final de la sesión se retiraba, dejando así a la 
japonesa en solitario en 2007 aunque el concurso por la exclusividad 
atendía a la sesión siguiente y posteriores.
Es importante que atendamos a estas 
circunstancias que cualquiera puede leer, explorar y contrastar a poco 
que se anime a entretenerse buceando en los abundantes manantiales de 
Internet, porque por mucho que intentemos darle la vuelta, no es lo 
mismo eliminar a Michelin para elegir a Bridgestone, que escoger a esta 
última porque la primera ha decidido abandonar con un año de antelación,
 que sencillamente es lo que ocurrió.
Como sabéis de sobra no soy partidario de los proveedores únicos y al
 parecer el asunto tampoco convence a Michelin, empresa que hace 
relativamente poco ha vuelto a poner sobre la mesa que si decide 
participar de nuevo en Fórmula 1, sería sólo en un marco diferente al 
propuesto desde 2008 por el máximo organismo, en el que tuvieran cabida 
al menos dos proveedores y en el cual, la imagen del producto y su 
fabricante no corriera riesgos innecesarios. El argumento, como es de 
sobra conocido, puso los pelos de punta a Paul Hembery y Pirelli hasta 
el punto de que el propio Bernie Ecclestone salió a defender a la 
italiana frente a Jean Todt, presidente de la FIA y hombre abierto a que
 la posibilidad de contar con dos empresas suministradoras tuviera 
cabida en el deporte en un futuro no demasiado lejano.
Al final se queda Pirelli porque de nuevo el marco sigue siendo el 
mismo y no resulta interesante para Michelin. Pero en fin, no nos 
distraigamos.
En 2007, como decíamos antes, Bridgestone ejerce de proveedor único 
porque la gala se ha retirado y sólo a partir de 2008 será cuando lo 
haga como suministrador único y oficial (¡ojo al dato!), pero es 
curioso comprobar que con el paso del tiempo, la japonesa enarbola al 
término de su contrato en 2010, conceptos muy paralelos al planteamiento
 estratégico de Michelin para justificar su abandono: «la compañía 
quiere redirigir sus gastos hacia el desarrollo de tecnologías más 
innovadoras y líneas de producto estratégicas que satisfagan los 
objetivos y fortalezcan nuestra imagen de líder tecnológico.»
Tecnologías más innovadoras. Líneas de producto que satisfagan los objetivos y fortalezcan nuestra imagen de líder tecnológico…
 Cualquiera diría al leer estos términos que Michelin había tomado la 
decisión correcta en 2006 y que Bridgestone se había dado cuenta 
demasiado tarde de la trampa que suponía ser proveedor único. En todo 
caso, lo que delata la situación de que los dos suministradores que 
habían servido juntos a la competición desde prácticamente hacía una 
década abandonaran la misma con un intervalo de pocos años, no es otra 
cosa que el planteamiento de la FIA no resultaba convincente ni seguro a
 la hora de jugarse los dólares y la imagen y, por tanto, que el 
supuesto beneficio para el deporte tenía más peligro que un revólver cargado en las manos de un chimpancé, como se ha ido viendo conforme avanzaban los años.
¿Ayudó aquello a Ferrari?, cosa que también se argumenta para 
descargar de culpas la descarada presión que ha ejercido Red Bull en 
2013. Pues hombre, salvo que Maranello mediara para que Michelin se 
retirara en 2006, cosa harto imposible de creer, los datos nos dicen que
 no: de las cinco escuderías que ocuparon los primeros puestos en 2007 
(contando a la de Dennis, que fue descalificada), cuatro montaban el año
 anterior Michelin (McLaren, BMW Sauber, Renault y Toyota), lo que 
confirma que Bridgestone hizo un impecable trabajo de adaptación en su 
suministro tras el abandono de Michelin, no lo olvidemos.
Os leo.

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