A poco de terminar de pasar a limpio
mis primeras ideas del día de ayer, antes de ponerme sobre el tablero
de dibujo, mi memoria recalaba en aquel lamentable episodio que
protagonizó Lewis Hamilton en Canadá 2008, cuando saliendo fogoso de su
parada en garajes, vino a estampar el morro de su McLaren contra la zaga
del Ferrari de Kimi Raikkonen, todo ello bajo la mirada impávida del
semáforo en rojo y los espectadores.
No recuerdo si le castigaron como a Maldonado el otro día, aunque ni
me preocupé de buscar el dato, entre otras cosas porque él y yo hemos
cambiado mucho en todo este tiempo. El británico ganando quintales y
madurez sobre la pista, y yo… Bueno, yo admitiendo que Lewis es uno de
los mejores pilotos del momento.
La estadísitica no es mi fuerte, soy más bien de lectura de huesos y
sensaciones, de letras, vamos, y por esto mismo me decanto por proponer a
Lewis Hamilton como el séptimo vencedor de la séptima prueba de este
campeonato que ya lleva seis sustos puestos por montera, entre otras
muchas cosas porque es quien más papeletas ha tratado de coger en la
mano (Briatore dixit) y algún día la fortuna debería terminar con la sequía para otorgarle al menos una que llevarse a la boca.
El MP4/27, su monoplaza, se encuentra en ese momento estúpido en que
tarde o temprano acaban metidos todos los coches punteros, salvo los
galgos pura sangre como el RB8. Un lugar incómodo en el cual todo son
aspiraciones sin que el paso de las pruebas definan con cuál quedarse.
En todo caso, el asunto no supone nada que no tenga por qué carecer de
remedio, porque los de Woking, si dispusieran de tiempo, serían capaces
incluso de reflotar el Titanic para que llegara a puerto, y por fortuna,
tiempo todavía queda pues el calendario consta de 20 pruebas y sólo nos
hemos metido un puñado de ellas entre pecho y espalda.
Dicho esto, creo que Lewis tiene posibilidades en Canadá porque el
liderato de la calificación está a tiro de piedra, aunque a cambio tiene
demasiados pretendientes, la mayoría de ellos con el paladar todavía
embriagado por las mieles del triunfo: Vettel, Webber, Alonso, Button y
Rosberg (descarto a Maldonado porque a falta de mejores datos,
presupongo que ejerció en España de anomalía que sanciona la regla), de
manera que todos ellos firmarían por quedar segundos en el Gilles
Villeneuve con tal de que ninguno de sus rivales directos hiciese
primero.
Es a todas luces cierto que Hamilton anda ligeramente descolgado de
la cabeza (63 puntos frente a los 76 que tiene Alonso) y que por ello, a priori
sigue siendo un enemigo a tener en cuenta, pero menos, para que nos
entendamos, puesto que su posible victoria vendría a ser un daño
asumible en esa pelea conservadora de tractores que se llevan y traen
entre manos Mark, Sebastian y Fernando fundamentalmente, de manera que
podríamos aceptar que aún hay sitio para que la de Woking coloque a uno
de sus vehículos en lo alto del podio. En este sentido, cabe añadir que
Lewis tiene más posibilidades que su compañero, sencillamente porque
Jenson sigue sin encontrarse cómodo sobre el MP4/27.
El Gilles Villeneuve es un circuito de velocidad media-alta que puede
castigar las posibilidades de los Red Bull y los Ferrari, monoplazas
más medianeros que el británico, abriendo una puerta interesante para
que los McLaren puedan meter el pie y comenzar así a sacar la cabeza
para mirar el horizonte con algo más de optimismo, y como insinuaba
antes, de sus dos pilotos, quien está mejor posicionado para llevarse el
gato al agua es precisamente Hamilton, primero, porque se encuentra en
un estado mental mucho más consistente que el que presenta Button;
segundo, porque él sí parece haber encontrado el feeling
necesario con su coche; y tercero y no por ello menos importante, porque
el campeón del mundo de 2008 necesita urgentemente una victoria para
mantener su postura en la negociación de su contrato de renovación.
Queda algo menos de una semana para que salgamos de dudas, y aunque
con estas cosas siempre conviene ser cauteloso, más si cabe por lo
extrañita que está resultando la sesión, la verdad es que Lewis se me
antoja que haría estupendamente de séptimo de siete en ese rosario de
rarezas que están convirtiendo el campeonato 2012, en una temporada que
ya ha encontrado su hueco en la historia del automovilismo deportivo por
haberse abierto con seis tipos diferentes ganando las seis primeras de
sus pruebas.
5 comentarios:
Muy certero, sin embargo no descartes a Button que ya ha ganado aquí y que tiene las mismas ganas o más que Ham.
Saludos
Curiosa la relación inversa de proporcionalidad entre madurez y títulos... y no hablo sólo del británico.
El ingles tiene muchos kilates. Y el tiempo ha puesto en su justa perspectiva el duelo de 2007. Si la lógica se cumple espero una demostración de talento y consistencia de estos dos pilotos hasta final de temporada, con button acechando. Sin menospreciar al resto...
El caballo negro contra el pura sangre plateado.
y que le pasa a ToroRosso???
Jaime se ha librado de una buena... le habría costado reputación...
Buenos días.
Tadeo ;) No le descarto, pero está más desdibujado que la leche y no sé si se recuperará tan pronto como desearíamos :P
iMAM ;) Vivimos quemando juguetes a toda máquina :P
RudyBB ;) XDDD Estaría bien ese duelo al amanecer que propones XDDD
Y en cuanto a TR, pues no parece que anden muy allá, y me alegro por Jaime, porque si le cayeron chuzos de punta con un coche mejor, ni te cuento la que le estaría cayendo ahora :P
Un abrazote
Jose
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