martes, 19 de junio de 2012

A clockwork orange


Gran novela de Anthony Burgess y gran película de Stanley Kubrick, aunque el título de esta entrada nada tiene que ver con ellas salvo porque Romain Grosjean tiene un algo de cheloveco edulcorado que esconde alma de lobo.

No daba un chavo por él, bien lo sabéis. Mi escepticismo en la F1 me da para esperar tranquilamente a que los novatos me sorprendan, y aunque lo hagan puntualmente, como Hulkenberg, Maldonado o Pérez (disculpadme lo ecléctico de la elección), siempre me guardo un as en la manga para dárselo a aquellos que además de sorprenderme, me convencen.

El francosuizo forma parte de este grupo de selecciones personales e intrasferibles de las que hago gala de tanto en tanto, incomprensibles pero tan válidas como cualquier otra, supongo, porque si bien sus inicios supliendo a Nelsinho Piquet en 2009 me parecieron bastante sencillotes (tampoco es que el R29 y la escuadra de Briatore dieran para más), su integración en Lotus Renault como piloto reserva en la temporada 2011, vinieron a ratificarme en mi sospecha de que aún le quedaba mucho espacio profesional por recorrer antes de poder comenzar a ver sus aristas, cuestión que me resultó meridianamente clara cuando la salida de Nick Heidfeld fue cubierta por Bruno Senna.

En este sentido, la obtención de su asiento oficial en Lotus (ex Lotus Renault) a comienzos de este año, me pareció una apuesta como otra cualquiera en un entorno dominado por la llegada de nuevos valores, pero... 

Pero llegaba Paco con la rebaja, y a pesar de que en las dos primeras carerras de esta sesión Romain no alcanzaba a dar más allá de cuatro vueltas, a partir de China comencé a interesarme por sus evoluciones en pista, porque Grosjean disfruta entre sus haberes de una suavidad sobre el asfalto que sólo puede ser el resultado de una buena dosis de seguridad en lo que hace. 

Me sorprendió, para qué negarlo, y volvió a hacerlo en Bahrein, donde a la chita callando consiguió el primer podio de su carrera. En España quedaba cuarto, y aunque en Mónaco abandonaba por el desafortunado incidente de la salida, en Canadá terminaba segundo tras haberse demostrado como un magnífico gestor de neumáticos, que si bien no es una cualidad que me encandile, sí tengo que reconocer que este año es tal vez la más rentable de todas las que puede tener a su disposición un piloto de mitad de parrilla.

Sí, el chaval es suave, pueden faltarle aún algunos dientes, pero se muestra muy rápido a una vuelta. Tercero en Albert Park, cuarto en Montmeló y quinto en Monte-Carlo, Romain atesora tres séptimos puestos en Sepang, Shakir y Montreal, respectivamente, panoplia toda ella en la que sólo desmerece la décima posición conseguida en Shanghai, aunque así y todo le ha endosado en calificación un chirriante 5 a 2 a Kimi Raikkonen, su compañero de equipo. 

Lógicamente, el E20 está poniendo mucho de su parte, pero hay que saber llevarlo, y aquí Grosjean está destacando precisamente por su nobleza al volante. Sí, este drugo me gusta cada vez más, así que con vuestro permiso estreno etiqueta con su apellido.

2 comentarios:

csm dijo...

Pues, me vas a perdonar, pero, creo que la clave y el "mérito" de estos "novatos" subidos al cajón es más de "Míster Pirelli" que de las manos, la pericia o el "savoir faire" de dichos pilotos.
Cuando los de arriba, como en Canadá, han estudiado estrategia, comprobado en ordenador con simulaciones, registrado los mejores stints, arriesgado en paradas y en trazadas, y puesto sus sabias manos en la conducción,...el hecho de que estén alante los de media parrilla no es síntoma de mejor "performance". Para mí, es la demostración irrefutable de que las normas de juego convencionales han cambiado por completo. Que los neumáticos se desmayan bien por exceso (cuando se les somete a sobre esfuerzo), o por desgaste de goma, o por set up inadecuado, o por ir demasiado rápido, o por querer conservarlos demasiadas cueltas, o por todo ello a la vez...circunstancia que convierte a quien "pasaba por allí" en vencedor "contra natura"...Sí, me dirás que "hay que estar ahí" para ganar...cierto, pero para ganar con "gloria" hace falta algo más que ganar porque los de delante han perdido.
Un besote ;)

GRING dijo...

csm: Pero cada piloto corre su carrera en función de muchas variables y al final de lo que se trata es de hacer x km en el menor tiempo posible. Grosjean tiene un palmarés inmaculado en su camino hasta la F1 y ahora está haciendo su master de excelencia. Es uno de los pilotos llamados a luchar por el título los próximos años (si la mecánica acompaña). Su paso por Pirelli como probador le está dando un plus este año respecto a su compañero de equipo. Yo no descarto que Romain se lleve un GP este mismo año por méritos propios. Un saludo