viernes, 1 de junio de 2012

Recordar


Los viernes suelen ser una full, una castaña pinchada en un palo si pretendes mantener ritmo de carrera cuando no hay campeonato, un momento en el cual las estadísticas de la semana se vienen sencillamente abajo porque la gente se marcha de farra o se dedica lisa y llanamente a ver la televisión, ya que el descanso llama a la puerta y toca hacerle caso como a un niño pequeño de madrugada. Pero para mí los viernes siempre han significado otra cosa desde que descubriera en julio de 2009 que hay vida más allá de todo esto que nos tomamos tan en serio.

El caso es que los viernes vienen a ser mi momento y bien que lo aprovecho. Sin cronómetros, sin espectadores ni ojos indiscretos, el circuito me pertenece y hago en él de las mías, vuelta rápida tras vuelta rápida, como si fuese capaz de ponerme el mundo por montera cuando simplemente no puedo. 

Fabulación, artificio de encadenar palabras buscando algún sentido a las cosas, artimaña de perro viejo que huye ante el ruido o sencillo recurso de bardo que no teme al silencio y que aprovecha la noche para dibujar estrofas que cuentan algo que a veces ni siquiera tiene sustancia, pero que vibra como tal vez haga el aire cuando acaricia las ramas de los árboles o remueve la arena de las playas. 

Desde que falleciera mi padre siento que mi rosario se va quedando sin cuentas, y ayer, sin ir más lejos, la abuela de mis sobrinas y la madre del tipo entrañable con quien comparto familia política y a quien habría querido estrechar en un abrazo que hoy no ha sido posible, se nos iba quién sabe adónde. 

Cuando el viento bate Gorliz y trata de someterlo infructuosamente con el ruido de los truenos y el brillo de los relámpagos, pienso sin querer en esa muñeca frágil pero dura como el diamante que nos ha llevado con ella al centro de África, y en la criatura feliz que ya está encargada y amanecerá entre nosotros dentro de unos meses, y en mis chiquillas que ya se han hecho mujeres para volar sin que las acompañemos los que fuimos en otro tiempo sus mayores, y por supuesto en ese olmo recio que hoy sin duda echa de menos a Juana, recordando aromas indescifrables de su niñez. 

Y sin querer descubro que ella sigue entre nosotros porque ocupa un espacio imborrable, como José Antonio, porque queremos, porque los que quedamos a pie de playa, mirando el horizonte por ver si les vemos todavía, sencillamente hemos renunciado a olvidar que pertenecemos a un linaje de caídos y vivos que perdurará en el tiempo siempre y cuando queramos recordar...

Recordar. Hacerlo entre campos preñados de trigo al amanecer, camino del trabajo, o echando la vista atrás por no olvidar, por atesorar entre los dedos el pasado y lo que una vez fuimos. Recordar por recordar, por seguir sintiéndolos entre nosotros.

5 comentarios:

J-CAR dijo...

¡Caramba, Jose!
Me has hecho recordar el sabor de los higos de mi abuela. No se quien compró su casa. No se quien los disfrutará este verano.
…mi abuela. Dura como el pedernal. Y su inmenso cariño. En sus pocos gestos. En sus pocas palabras.
¡Joder, Jose! ¡Como te pasas!
¡Gracias por invitarnos de vez en cuando a una ronda de magdalenas de Proust!
Cuando alguien habla con esa sinceridad de sí mismo en realidad habla del alma de todos. Habla por la boca de todos los que callan. Literatura a lo grande. Literatura de palabras llenas.

Tadeo dijo...

Creo que mandarte un abrazo es mejor que las cuatro chorradas que pudiera decirte.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buneas tardes.

J-Car ;) Buscar la belleza, siempre, aunque sea en esos higos y en esa interrogación de si tal vez alguien los estará disfrutando como los disfrutaste tú... Jodido, qué hermoso es eso de las madalenas de Proust!!! Escribir siempre me vale la pena, pero esta tarde, aún más.

Tadeo ;) No escribes chorradas, Tadeo, eres grande como un puto océano.

Gracias, amigos. Y un abrazote, como siempre ;)

Jose

csm dijo...

"Recordar. Hacerlo entre campos preñados de trigo al amanecer, camino del trabajo, o echando la vista atrás por no olvidar, por atesorar el pasado y lo que una vez fuimos."

Haces que afloren las lágrimas...
Eres brutal.
Un besote

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Concha ;) Es que hasta para recordar hay que poner el correspondiente granito de arena, y en la sociedad que vivimos, cada vez nos queda menos tiempo para eso :P

Un besote

Jose