De los infinitos males

Pues eso, de los infinitos males que puede sufrir un F1, que le falte velocidad punta y tracción es el menor de ellos cuando va de cine sobre virado, caso de nuestra meravigliosa creatura la F2012, porque significa que dispone de suficiente estabilidad como para resolver las curvas, lugar donde se ganan realmente las carreras cuando se tiene además, velocidad punta y tracción suficiente (que os veo venir), como demostraron sobradamente los RB6 y RB7 de Red Bull durante las dos temporadas pasadas.

Ir bien en curva significa ni más ni menos, que la aerodinámica del vehículo obtiene la downforce necesaria donde hace falta disponer de sustentación negativa (downforce, vamos). Carecer de velocidad punta, sin embargo, supone que el monoplaza genera más downforce de la adecuada donde menos falta hace. Por último, la falta de tracción no deja de ser un síntoma de que no se ha encontrado el equilibrio adecuado entre las dos caras de esa misma moneda que conocemos como downforce.

El F2012 ha resuelto la papeleta más complicada de todas, el auténtico quebradero de cabeza de muchas escuderías, aunque le queda resolver la otra, aquella donde otros equipos sacan sobresaliente para naufragar después en las curvas, porque repito, es en éstas donde se ganan las carreras. En todo caso, el coche de La Scuderia parece estar bien plantado a pesar de necesitar que lo afinen. Calienta bien las gomas y ha demostrado que la pull-rod delantera y trasera era la respuesta idónea a esta temporada, dado que las suspensiones demuestran su valía y pertinencia sobre todo en virado.

Dicho esto, comprendo que haya prisa a favor de que los resultados afloren cuanto antes, lo que entiendo menos es la manía que le ha entrado al personal de desestimar un proyecto que acaba de ser estrenado, y que para colmo acierta donte tantas veces han errado otros, ya que hacer coches vertiginosamente rápidos en recta está al alcance de cualquiera, pero lo jodido estriba en hacerlos rápidos donde Ferrari al parecer ha dado en el clavo.

Como tantas veces he comentado, el problema en este tipo de situaciones no está tanto en la cantidad de downforce que produce un monoplaza a su paso por las diferentes zonas de un circuito, como en dónde la origina bajo el fondo plano, de manera que nos hace falta contemplar la posibilidad de que al F2012 le falte un poquito de sustentación (liftforce) a la hora de enfocar las rectas para resolver su problema. No se trata de apoyo en sentido estricto, sino de colocación del apoyo, para que nos entendamos.

Así las cosas, solucionada la parte más espinosa de la ecuación, queda por resolver el movimiento horizontal hacia atrás (en orden de marcha) que debería alterar el punto de mayor gradiente de downforce. 

Tal y como está el asunto, y a tenor de lo que comentaba ayer mismo Fernando, en curva se encuentra en su sitio —sospecho que un poco retrasado sobre la vertical del culo del asturiano—, pero en recta no se aleja lo suficiente de salva sea la parte del de Oviedo. Obviamente hay que acercarlo más aún a la zona del difusor, y para ello las salidas de los escapes deben mantenerse en su lugar (resultan la mar de eficientes en curva, recordemos) aunque el torneado de las partes superiores e inferiores de los pontones sufrirán algún tipo de alteración formal que facilite que la liftforce se genere más cerca de la zaga de lo que lo hace ahora.

Tanto la sustentación positiva como negativa (liftforce y downforce, respectivamente), dan como resultado el pernicioso drag (resistencia al avance), de forma que hay que tener sumo cuidado en cómo trasladamos el eje de fuerzas verticales, pero como en pretemporada nos dijeron que el milagro se obraría en Barcelona y aún nos queda una carrera fantasma para que desembarquemos en España, lo mejor que podemos hacer es dejar de liarnos la manta a la cabeza buscando respuestas donde jamás las encontraremos, y asumir que en China falló estrepistosamente la estrategia que habría permitido a un coche todavía en ciernes, sacar la cabeza de manera algo más holgada.

Lo de ayer ya es historia. Ferrari ni es mejor ni peor que en Malasia, lo que no me cabe duda es que en Montmeló será sencillamente distinta, porque sus males, por fortuna y desde mi humilde punto de vista, tienen fácil remedio.