Una de nervios [Gran Bretaña]

Hay cosas que no entiendo. En Silverstone, con la morterada de puntos de ventaja que llevaba Vettel sobre sus rivales, Red Bull se podía haber permitido dejar sus coches en el garaje sin que el escenario se hubiera modificado un ápice. Pero de manera totalmente soprendente, la austriaca ha llevado a cabo una de sus peores carreras del año, delatando unos nervios que me han dejado perplejo.

No hacía falta machacar a Webber. Con la de hoy, quedaban 11 carreras hasta el final de la sesión, y por ello, y por el colchón de puntos comentado, ha resultado extremadamente feo que en la salida el australiano haya cedido tan fácilmente su posición a Vettel, para limitarse, a renglón seguido, a ejercer de gregario sosteniendo eficazmente a Alonso y a todo lo que venía detrás.

Revocada la norma que impedía hasta el año pasado las órdenes de equipo, no hay mucho que decir al respecto, a fin y a cuentas, Massa ha hecho lo mismo que Webber, aunque en Ferrari. Pero en Silverstone, después de la magnífica calificación que llevó a cabo ayer aussie, se ha echado de menos un poquito de salud mental en el engranaje de Milton Keynes, entre otras cosas, porque de haber podido pelear a gusto, a lo mejor Mark nos habría regalado otra victoria como la de 2010. Y si Fernando hubiera quedado segundo y Sebastian tercero, una hipótesis no demasiado descabellada, el descuento que habría sufrido el alemán frente al español sería de tan solo 3 puntos, y no de 7.

Por otro lado, los talleres son zona muy sensible este año. Los pit-stop de Red Bull eran un ejemplo a seguir durante lo que llevamos de sesión, por rapidez y limpieza, pero en Silverstone la gente de Horner ha cometido sendos errores con Webber y con Vettel, lo que a la postre ha dejado abierta la puerta para que el asturiano de La Scuderia se haya llevado el triunfo sin apenas mancharse las manos...

Como decía hace unas líneas, a estas horas de la tarde sigo sin comprender cuál ha sido la razón por la que la escudería de Mateschitz ha sido capaz de dar alas a sus enemigos de manera tan tonta.

En otro orden de cosas, independientemente de que los despachos se hayan llevado el grueso de la luz de los focos durante todo el fin de semana, mi lectura, como vengo tiempo avisando, no depende tanto del ruido ambiental como de la lógica. En Malasia, Fernando desperdiciaba su oportunidad de comerse a Button y ponerse a la estela del vigente campeón del mundo, golpeando a Hamilton y arruinando su carrera. En Mónaco, una bandera roja salvaba a Vettel de tener que doblar la rodilla ante dos astados, entre los que se encontraba el de Oviedo. En Canadá, con Alonso fuera de combate, era Button quien robaba la cartera a Sebastian. Y en Valencia, el Nano se metía entre los dos Red Bull...

Tocaba. Con o sin mapas/motor, con o sin Escapes Sopladores, McLaren y Ferrari llevaban tiempo reduciendo las distancias frente a los coches azules. Lo que antes era cómodo, ahora resulta incómodo, trabajado y sudado, y ha bastado que se hayan juntado una concatenación de errores incomprensibles por parte de la de Milton Keynes, y una escrupulosa ejecución en la estrategia de la de Maranello, para que Alonso haya obtenido su primera victoria de este año.

Hay nervios en Red Bull. Muchos, demasiados a mi modo de ver, y dos semanas por delante para desgranar éste y otros aspectos de lo que hemos podido disfrutar hoy, porque obviamente, me lo he pasado bomba.