martes, 5 de julio de 2011

La anomalía homeopática


La sociedad occidental se mueve por modelos, por parcelas, y esa es una de las causas por las cuales las cosas terminan por no funcionar como estaba previsto, porque cada una de ellas suele tener la fea costumbre de pertenecer a un entorno, a un todo que la contiene y afecta.

En lo nuestro, la F1, lo de recurrir a los modelos está a la orden del día. Se percibe una novedad en el flanco derecho del vehículo, y el izquierdo y el resto del coche desaparecen del mapa, como por encantamiento, que diría aquél, y nos centramos en intentar explicar lo que tenemos delante de las narices como si todo el universo se hubiera concentrado precisamente ahí.

Leo poca prensa, cada vez menos, pero hoy, durante el almuerzo me he pillado un TBO que va de serio, y en su interior he leído que ha recalado en Bilbao un médico que tras ejercer la homeopatía anda por el mundo renegando de ella porque sirve para demasiadas cosas como para servir realmente para algo. Como me conozco, antes de pasar a pensar en cuál será la farmacéutica que le paga el favor, a pesar de que él dijera en la entrevista que discute mucho con todas ellas, he pensado inevitablemente en el R31 de Lotus Renault, y cómo no, en los Difusores Soplados que están aquí y allá y que sirven para lo mismo sea cual sea el lugar donde se localicen los benditos Escapes Sopladores.

Recuerdo que en febrero pasado, cuando la cosa negra con vitola dorada todavía era conducida por Robert Kubica, Eric Boullier comentó al respecto de la innovadora posición de sus tubos de escape: «No vamos a hablar mucho de eso. Vamos a dejar a los rivales que lo descubran por ellos mismos.»

Habría sido muy sencillo decir, incluso para el espeso francés, que era una nueva forma de entender los Difusores Soplados si realmente lo fuera, pero con tamaño ardid lingüístico, el jefe de filas de Lotus Renault pasaba la pelota a la competencia sin mojarse demasiado, y por supuesto, sin dejar por ahí suelta ni una miserable pista.

El caso es que el guante era recogido inmediatamente por una muestra bastante amplia de la competencia a la que Boullier había aludido. Adrian Newey reconoció mirar con buenos ojos el invento, y Ross Brawn llegó a decir: «Renault está pensando en la dirección correcta. Estamos [Mercedes GP] trabajando en una solución semejante.»

Los más curioso resultó ser la velocidad que se dieron en Woking para probar sobre su MP4/26 una de las alternativas exploradas por Renault.


En la imagen de arriba podemos ver en la parte superior, una especie de ventanuca rectangular en el lateral de la quilla del splitter del coche francés, que en ausencia de otro tipo de salidas de escape visibles en el monoplaza, hicieron sospechar que permitían la fuga de gases. Y en la siguiente, la solución que ofreció brevemente McLaren, que también estaba dispuesta sobre el mencionado splitter, y que al parecer fue desechada una vez sopesada para seguir trabajando sobre la configuración original del coche británico (todo atrás).

El caso es que el splitter divide y organiza los flujos frontales en dos (como su propio nombre indica), dando origen a los laterales que recorren la parte baja de la carrocería, y si la innovación de Renault se dice que afecta al difusor (variante n de Difusor Soplado), a fe mía que ésta era la posición menos adecuada para ejercer algún tipo de efecto sobre el elemento que crea la downforce en los monoplazas.

Vale que el calor que sale a tomar por saco de la parte trasera pueda llegar a ésta a través de los flujos laterales o incluso bajos, pero lo hará templadito o a muy baja temperatura, porque atraviesa en su recorrido una buena cantidad de aire frío y acelerado por el movimiento del propio coche cuando rueda (la aceleración del aire lo enfría, ¿lo había comentado?), y digo yo que si se quisiera insuflar calor en el difusor, obviamente no habría nada mejor que poner los escapes donde mandan los cánones, y no a la manera bárbara (¡estos galos!).

En fin, Lotus Renault reculaba de su intentona en el splitter, y ponía definitivamente sus Escapes Sopladores bajo la raíz de los pontones, para alegría de los abonados a lo del Difusor Soplado y los amantes de los ruidos que recuerdan a cómo sonaba un auténtico cacharro bajo la acción del freno motor.


Con Difusores Soplados o Escapes Sopladores, el quid de la cuestión no está en soplar el difusor sino más bien en controlar los flujos laterales por arriba y por abajo del fondo plano, me juego el cuello. Edzard Ernst, el tipo que mencionaba en el tercer párrafo, puede llevar razón en que una misma solución no debería poder servir para resolver dos problemas distintos, aunque se ve que no es aficionado a la F1 y que no me tiene entre los seguidores de sus teorías. En todo caso, McLaren en esto de controlar los flujos laterales, me temo que llegó primera, metiendo una tajada importante a los extremos del fondo plano de su MP4/24.

2 comentarios:

Felipe Reyes dijo...

No recordaba el apéndice en el suelo del Mclaren. Muy buena explicación, Orroe.

Saludos.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Gracias Felipe ;)

Aquel corte nos trajo a mal andar. se suponía que el fondo plano tenía que ofrecer una superficie uniformada de delante a detrás, pero la FIA lo permitió aunque McLaren desestimó su utilización posterior :P

Un abrazote

Jose